Hoy comienza un nuevo año litúrgico, con el primer domingo de Adviento. La liturgia del día nos invita a estar en vela, preparados para acoger a Jesús, que viene a salvarnos.
Les propongo un poema de Antonio Machado (Proverbios y cantares, XXXIV) que nos invita a estar despiertos, a acoger al Señor en el momento presente, en todo momento.
Yo amo a Jesús, que nos dijo:
"Cielo y tierra pasarán;
cuando cielo y tierra pasen,
mi palabra quedará".
¿Cuál fue, Jesús, tu palabra?
¿Amor? ¿Perdón? ¿Caridad?
Todas tus palabras fueron
una palabra: "Velad".
Como no sabéis la hora
en que os han de despertar,
os encontrarán dormidos
si no veláis: ¡despertad!
Hoy es una buena ocasión para dar gracias a Dios por todos los beneficios que hemos recibido de sus manos generosas a lo largo del año cristiano que acaba de terminar, a pesar de que ha sido muy complicado y problemático, a causa de la pandemia.
También es un momento excelente para pedir perdón al Señor por todas las veces que no hemos vivido como verdaderos cristianos, que no hemos estado atentos a sus visitas.
Finalmente, ponemos en sus manos el nuevo año cristiano, pidiéndole que sea un tiempo de gracia, vivido siempre en su amistad.
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