Este precioso cuadro del artista español Vicente Traver Calzada se encuentra en el presbiterio de la concatedral de Castellón de la Plana y representa a la Virgen María como madre de la Iglesia, que reúne en torno a sí a los discípulos de su hijo, cumpliendo el encargo que él mismo le dio desde la Cruz.
De hecho, en la parte de atrás del cuadro se representa a María con Juan evangelista a los pies de la cruz, cuando Jesús, antes de morir, les dijo: "Ahí tienes a tu madre... Ahí tienes a tu hijo".
En primer plano, en la parte de abajo se representa otro discípulo, apoyando su cabeza en el regazo de María, que le acaricia con amor maternal. Ella es la madre de todos los discípulos de Jesús y a todos nos acoge con cariño, acompañando nuestro camino de fe.
También representa a María, Madre de la Iglesia este cuadro de la suiza-belga Bradi Barth (1922-2007), en el que vemos cómo clérigos, consagrados y seglares se encuentran reunidos bajo el manto de María, mientras el Espíritu Santo desciende sobre todos ellos, renovándose continuamente la gracia de Pentecostés.
El título “Madre de la Iglesia” es aplicado a la Virgen María al menos desde san Ambrosio de Milán (siglo IV). Citándole, el papa Pablo VI presentó a María como madre y modelo de la Iglesia en el discurso de clausura del concilio Vaticano II.
El papa Juan Pablo II mandó hacer un mosaico de la Virgen María con este título, para colocar en la plaza de san Pedro en el Vaticano. Podemos verlo en esta fotografía:
La fiesta de la “Virgen María, Madre de la Iglesia” fue instituida por el papa Francisco para la Iglesia universal, con la intención de que se celebre anualmente el lunes que sigue al domingo de Pentecostés.
En el decreto papal se dice: “El sumo pontífice Francisco, considerando atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana, ha establecido que la memoria de la bienaventurada Virgen María, madre de la Iglesia, sea inscrita en el calendario romano el lunes después de Pentecostés y sea celebrada cada año”.
Oraciones de la misa:
COLECTA
Dios, Padre de misericordia,
cuyo Hijo, clavado en la cruz,
nos entregó a su Madre,
santa María Virgen, como Madre nuestra;
por su intercesión, concédenos
que tu Iglesia sea cada día más fecunda,
se alegre por la santidad de sus hijos,
y atraiga a su seno a todos los pueblos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
OFRENDAS
Acepta nuestros dones, Señor,
y conviértelos en el sacramento de la salvación,
para que nos enciendan
en el amor de la Virgen María, Madre de la Iglesia,
y merezcamos ser asociados, con ella,
más íntimamente a la obra de la redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PREFACIO
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantemos hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
y glorificarte como es debido
en esta celebración de la Virgen María.
Ella, al aceptar tu Palabra con su corazón inmaculado,
mereció concebirla en su seno virginal
y, al dar a luz a su propio Creador,
preparó el nacimiento de la Iglesia.
Ella, aceptando junto a la cruz el testamento del amor divino,
adoptó como hijos
a todos los hombres nacidos a la vida sobrenatural
por la muerte de Cristo.
Ella, unida a los Apóstoles
en espera del Espíritu Santo prometido,
asoció su oración a la de los discípulos
y se convirtió en modelo de la Iglesia orante.
Elevada a la gloria de los cielos,
acompañar a la Iglesia peregrina con amor maternal,
y con bondad protege sus pasos hacia la patria del cielo,
hasta que llegue el día glorioso del Señor.
Por eso, con todos los ángeles y santos,
Te alabamos, cantando sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre misericordioso,
hemos recibido el anticipo de la redención y de la vida;
te pedimos humildemente que tu Iglesia,
por la intervención materna de la Virgen María,
ilumine a las naciones con el anuncio del Evangelio
y colme el mundo entero con la efusión del Espíritu
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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