Estas fotografías nos muestran la compleja y rica realidad de Israel, un país fascinante por sus contrastes: historia y modernidad, desiertos y jardines, lugares de culto y de diversión.
Natan Lerner, profesor de derecho en la universidad de Tel Aviv, define así su país: "La sociedad israelí actual contiene una población muy variada, multiétnica, multirreligiosa y multicultural o idiomática, de algo más de seis millones de personas. La sociedad israelí es, pues, necesariamente múltiple. No necesariamente armónica; no necesariamente tolerante; a menudo, nerviosa e irascible, y hasta dura y violenta. Pero, con todo, creadora, intensa, dinámica, conservadora y revolucionaria a la vez. Es que la sociedad israelí no puede ser monolítica, lo cual es bueno. Pero no consigue ser igualitaria, lo que no es bueno. Ello tiene su incidencia en la legislación, muy adelantada en muchos aspectos, pero arcaica y carente de aggiornamento en otros; en la cultura, vibrante, moderna, a alto nivel internacional en algunas áreas, pero rezagada, tribal, empedernida en otras. La proporción de artículos científicos escritos por israelíes en las revistas importantes del mundo es muy alta; la calidad de las universidades, elogiada; el nivel de la tecnología, de la medicina, de la investigación, satisfactorio; el debate intelectual, enfático. Pero, a la vez, las llamadas ciudades en desarrollo y algunos barrios de las mayores urbes están lejos de los adelantos indicados y prevalece en ellos un bajo nivel educativo, pobreza y elementos típicos del subdesarrollo".
La mezquita de Al-Aqsa, la más sagrada para los musulmanes del país y el tercer lugar más sagrado para todos los musulmanes del mundo (después de la Meca y Medina).
Interior de la iglesia que conserva el sepulcro vacío de Cristo.
Cada año se construyen nuevas infraestructuras (puentes, autopistas, hospitales, fábricas, escuelas, etc.) de diseños atrevidos e innovadores.
Además de los colonos que viven en los kibutzim, hay muchas familias hebreas que se dedican al cultivo de la tierra o a la ganadería, como la de esta foto.
Hay controles y soldados (hombres y mujeres) con metralletas por todos los lados. Es imagen de las tensiones que se viven en la zona, aunque también da seguridad a los habitantes y a los visitantes.
En algunas playas hay zonas reservadas para mujeres con niños. A veces incluso con un muro de separación para que nadie las vea. Las usan tanto las musulmanas como las judías ultraortodoxas.
Un muro separa los territorios administrados por la autoridad nacional palestina de los territorios administrados por Israel.
Aquí estoy yo, junto a la hermana Edith (carmelita de origen palestino) y una peregrina panameña en la entrada del convento Stella Maris de Haifa.
Olivo milenario de Getsemaní, en el jardín de la basílica de la agonía.
Aviso para que las mujeres vistan "con modestia". Está en todas las entradas del barrio "Mea shearim", ultraortodoxo judío en Jerusalén .
Aquí estoy explicando la sinagoga de Cafarnaún hace algunos años.
En la parroquia de los carmelitas descalzos en Haifa. Preside el padre Josef, de origen egipcio, una misa en árabe para la comunidad local. Yo estoy en el ambón, dando algunas explicaciones a los peregrinos de habla española.
Aquí estoy yo, junto a la hermana Edith (carmelita de origen palestino) y una peregrina panameña en la entrada del convento Stella Maris de Haifa.
Aviso para que las mujeres vistan "con modestia". Está en todas las entradas del barrio "Mea shearim", ultraortodoxo judío en Jerusalén .
Aquí estoy explicando la sinagoga de Cafarnaún hace algunos años.
En la parroquia de los carmelitas descalzos en Haifa. Preside el padre Josef, de origen egipcio, una misa en árabe para la comunidad local. Yo estoy en el ambón, dando algunas explicaciones a los peregrinos de habla española.
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