En esta vista aérea se puede ver el barrio de Jerusalén que es conocido como "Monte Sión", aunque tres lugares distintos han tenido esta denominación a lo largo de los siglos.
Hacia el año 1000 antes de Cristo, Sión era una pequeña colina sobre la que se asentaba Jerusalén: el «ofel» (donde se situaba la ciudad jebusea conquistada por David).
Más tarde se llamó Monte Sión al monte sobre el que se construyó el templo con todas sus dependencias: los graneros, caballerizas, tribunales y palacio real (en tiempos de Jesús, la torre Antonia).
Los primeros cristianos construyeron un templo llamado «Iglesia madre de la santa Sión» sobre el lugar donde se encontraba la casa de María, la madre del evangelista san Marcos. Por esta iglesia, el barrio pasó a denominarse «Monte Sión», hasta el presente.
En este barrio destacan la abadía de la Dormición de la Virgen (su silueta domina sobre todo Jerusalén, ya que está en el punto más alto), la basílica de san Pedro in Gallicantu (construida sobre la casa del sumo sacerdote, donde Jesús fue juzgado y condenado por el sanedrín) y el Cenáculo.
El primer edificio cristiano del mundo fue la casa de María, la madre de san Marcos evangelista. Allí se celebró la Última cena «en el piso superior». En ese mismo lugar se reunía la comunidad antes y después de Pentecostés. Allí descendió el Espíritu Santo sobre los apóstoles, comenzó la predicación cristiana a Israel y desde allí fueron enviados los primeros misioneros fuera de Jerusalén. El primer concilio de Jerusalén también se reunió en aquella casa. Es natural que los primeros cristianos la tuvieran un cariño especial.
En época bizantina se construyeron un templo y un monasterio, destruidos por los persas el año 624, reconstruidos por los cruzados y vueltos a destruir por los musulmanes en 1187 y en 1219.
La actual capilla del Cenáculo es el coro de la iglesia medieval, reformado por los franciscanos en 1335, cuando establecieron allí su sede. De hecho, el título oficial del custodio de Tierra Santa es “Guardián del Monte Sion y del Santo Sepulcro”.
El mihrab (el nicho de oraciones musulmán, que mira a la Meca) fue agregado en 1524, cuando el recinto fue convertido en mezquita. Pocos años después, los franciscanos fueron expulsados de todo el edificio. Hoy es un lugar histórico gestionado por el estado, abierto a todos los visitantes.
La habitación del piso inferior, debajo del Cenáculo, hoy transformada en sinagoga, contiene un cenotafio (tumba vacía o monumento funerario erigido como edificación simbólica) que desde el siglo XII es conocido como «la tumba del rey David».
A continuación recojo algunas fotografías, para que puedan conocer este lugar tan singular.
Sala del Cenáculo, antiguo coro de la iglesia cruzada del siglo XII, transformada en capilla franciscana en el siglo XIV y en mezquita en el siglo XVI.
Uno de los capiteles románicos, del siglo XII, con representación de un pelícano que alimenta a sus crías (símbolo de la eucaristía).
Terraza sobre el cenáculo, desde la que hay hermosas vistas del barrio. A la izquierda se puede ver el minarete (la torre de las mezquitas), que recuerda el pasado musulmán. La torre del fondo es la de la cercana iglesia de la Dormición de la Virgen.
El cenotafio del rey David.
Si Dios quiere, visitaremos estos lugares en nuestra peregrinación a Tierra Santa (Jordania e Israel), del 7 al 19 junio 2022. Información sobre la peregrinación aquí:
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