Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 15 de abril de 2022

El lagar místico


La Iglesia siempre ha usado el arte como medio de evangelización, convirtiendo algunos símbolos y alegorías en imágenes visuales. Hoy quiero hablar de una que tuvo mucha importancia en tiempos pasados, pero hoy es desconocida para la mayoría. Se trata del "lagar místico", también conocido como "prensa mística", "Cristo en el lagar" y "torculus Christi" en latín. El primer cuadro se conserva en las carmelitas descalzas de Cochabamba.


Se trata de la representación pictórica de un tema muy desarrollado por los Padres de la Iglesia a partir de un texto bíblico: "¿Por qué están rojos tus vestidos y la túnica, como quien pisa en el lagar? Yo solo he pisado el lagar [...]. Su sangre salpicó mis vestidos y me manché toda la ropa" (Is 63,2-3).

Se conservan muchas representaciones de la Edad Media, en las que cambia el paisaje, la representación de la prensa (que a veces es una cruz y otras una prensa de lagar), los acompañantes, etc. Pero siempre se pinta la sangre de Cristo que se mezcla con el zumo de uva y normalmente es recogido en un cáliz.

Desde el siglo XVII se generalizaron las pinturas inspiradas en dos famosos grabados del flamenco Hieronymus Wierix, realizados hacia 1606, con distintas adaptaciones en cada lugar.

La prensa es una cruz y el prensador es el Padre eterno. Los apóstoles llegan con cestas de uvas que depositan en el lagar y unos ángeles recogen el mosto mezclado con la sangre de Cristo. María dolorosa está junto a la prensa, ofreciendo al Padre su dolor unido al de Cristo.

Aunque tanto Lutero como Calvino hablaron y escribieron contra esa representación, que es muy sacramental y une la pasión de Cristo y la eucaristía, se siguieron realizando copias también en los países protestantes, aunque con el pasar del tiempo perdieron sus referencias sacramentales y subrayaron que "solo" Jesús ha pisado el lagar, por lo que es el único redentor.

En mi infancia, siempre me llamaba la atención un cuadro de la catedral de mi pueblo que representa esta escena. A continuación recojo otras fotografías, para que vean distintas representaciones.


Este es uno de los dos grabados de Hieronymus Wierix en el que se inspiraron la mayoría de los pintores católicos a partir del siglo XVI.

Una representación en la que se han simplificado algunos elementos, como las cabezas de ángeles que en el grabado anterior rodean al Padre y al Espíritu Santo, aunque permanece todo lo demás.

Este es el ejemplar de El Burgo de Osma, en el que la Virgen no aparece sentada, sino de rodillas, desaparecen los niños y se da más importancia a los apóstoles, que están en primer plano.

Aquí no están los apóstoles ni los niños arrodillados (que representaban las almas de los fieles que se alimentan de la eucaristía) y en su lugar están san Juan Bautista y san Juan Evangelista.

Pintura de hacia 1700, que se conserva en el monasterio de santa Clara de Quito (Ecuador).

En el arte colonial americano de los siglos XVII y XVIII se adornan las dalmáticas de los ángeles y el manto de la Virgen con flores y estrellas doradas.

Aquí solo aparecen Cristo en el lagar, los ángeles recogiendo el precioso líquido y las ovejas (los fieles) que se acercan a recibirlo.

Iglesia del Salvador de Bogenberg (Alemania).

En este barroquísimo lienzo de finales del siglo XVII, que se conserva en la iglesia de san Francisco y san Eulogio de la Axerquía (Córdoba, España), se representa la sangre de Cristo que se derrama sobre las almas del purgatorio, que -una vez que la reciben- son llevadas al cielo por ángeles a la izquierda.

Esta versión del pintor flamenco Diego de Borgraf se conserva en el templo de San Miguelito de Puebla de los Ángeles (México). Aquí los ángeles derraman la sangre de Cristo sobre la persona que recibe el bautismo.

Esta abigarrada composición del mexicano Juan de Villegas (actividad entre 1690 y 1730) se conserva en el templo de san Diego de Alcalá de Huejotzingo (México).

Una pintura del siglo XVII, más popular e ingenua que las anteriores. Se conserva en el museo nacional de arte de Ucrania.

Una representación tardomedieval, anterior a los grabados, con el donante a nuestra izquierda y un papa arrodillado a nuestra derecha, que representa la Iglesia que recoge las formas eucarísticas que caen en el cáliz.

Una representación del siglo XV en un libro de horas alemán.

Otra representación medieval en un libro litúrgico (1400-1410).

Representación en la Biblia moralizada de Felipe el Atrevido de Borgoña, siglo XV.

Una pintura de Marco Pino (1571) con varios santos recogiendo el precioso líquido y depositándolo en valiosos recipientes.

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