Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

domingo, 15 de agosto de 2021

Oraciones y lecturas de la misa para la fiesta de la Asunción


Oración colecta. Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, te rogamos, que aspirando siempre a las realidades divinas lleguemos a participar con ella de su misma gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Lectura del libro del Apocalipsis. Se abrió en el cielo el santuario de Dios y apareció en su santuario el arca de su alianza. Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y grita con dolores de parto y con el tormento de dar a luz.

Y apareció otro signo en el cielo: un gran dragón rojo que tiene siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas, y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. El dragón se puso en pie ante la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando lo diera a luz.

Y dio a luz un hijo varón, destinado el que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro, y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono; y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios.

Y oí una gran voz en el cielo que decía: «Ahora se ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo». Palabra de Dios.

Salmo responsorial. De pie, a tu derecha, esta la reina.

Hijas de reyes salen a tu encuentro. De pie, a tu derecha, está la reina, enjoyada con oro de Ofir. 

Escucha, hija, mira y pon atención: olvida a tu pueblo y la casa paterna; el rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje, porque él es tu señor. 

Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra. 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.

Lectura del santo evangelio según san Lucas. En aquellos días, María se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. 

Se llenó Isabel de Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava”. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mi». Palabra del Señor.

Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.

Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.
Palabra de Dios.

Preces. Pidamos a Dios Padre, en esta fiesta de la asunción de la Virgen María, que bendiga y glorifique a todos sus hijos.

- Por la Iglesia: que como María todos los cristianos dejemos que Jesús se encarne en nuestras vidas. Roguemos al Señor.

- Por todos los hombres: que la presencia pascual de María en la gloria, avive la esperanza en la gloria futura. Roguemos al Señor.

- Por los pastores de la Iglesia y los misioneros: que la Virgen les alcance fidelidad y coherencia de vida con el evangelio. Roguemos al Señor.

- Por las madres de familia: que la Madre de Jesús le presente sus vidas, para que las bendiga y haga fecundas. Roguemos al Señor.

- Por nosotros y por los que ya han dejado este mundo: que seamos transformados en la gloria y gocemos contemplando cara a cara a Dios. Roguemos al Señor.

Escucha, Padre, la oración de tu Iglesia, que tiene a la Virgen María, asunta al cielo, como intercesora. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas. Llegue a tu presencia, Señor, nuestra humilde oblación, y por la intercesión de la Santísima Virgen María, que ha subido a los cielos, haz que nuestros corazones, abrasados en tu amor, vivan siempre orientados hacia ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Prefacio. En verdad es justo y necesario darte gracias porque hoy ha sido llevada al cielo la Virgen, Madre de Dios; ella es figura y primicia de la Iglesia que un día será glorificada; ella es consuelo y esperanza de tu pueblo, todavía peregrino en la tierra.

Con razón no quisiste, Señor, que conociera la corrupción del sepulcro la mujer que, por obra del Espíritu, concibió en su seno al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: Santo, Santo, Santo...

Oración después de la comunión. Después de recibir los sacramentos que nos salvan, te rogamos, Padre, que, por intercesión de la Virgen María, que ha subido a los cielos, lleguemos a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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