El gerente de su empresa lo humillaba y golpeaba por su condición de cristiano. En cierta ocasión le exigió que se quitara el escapulario. Al no hacerlo, le golpeó con inaudita crueldad. Murió seis meses después, como consecuencia de las heridas recibidas y de otros golpes y humillaciones que le propinó durante su convalecencia. Antes de morir, perdonó a su verdugo y oró por su conversión. Falleció el 15 de agosto de 1909. Fue beatificado en 1994.
Oración colecta. Dios omnipotente y eterno, que llamaste a la luz del Evangelio al beato Isidoro y lo hiciste mártir de Cristo, concédenos, por sus méritos e intercesión, amar a todos y orar por los que nos persiguen. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Oración sobre las ofrendas. Dios de misericordia, derrama tu bendición sobre estos dones y guárdanos en la fe que tu mártir, el beato Isidoro Bakanja confesó con su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración después de la comunión. Señor, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que el beato Isidoro Bakanja se mostró siempre fiel a tu servicio y vencedor en el tormento. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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