Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

sábado, 25 de abril de 2020

Material para el domingo tercero de Pascua (ciclo a)


El evangelio de este tercer domingo de Pascua (ciclo a) es el conocido relato de los discípulos de Emaús, a los que se les abrieron los ojos para reconocer a Jesús "al partir el pan".

- Jesús resucitado nos explica las Escrituras. A partir de las explicaciones de Jesucristo, los discípulos empezaron a comprender las Escrituras y esto les ayudó a comprender mejor el misterio de Jesucristo. Nosotros también queremos profundizar en nuestro conocimiento de Jesucristo y de las Escrituras, lo que va junto, ya que -como decía san Jerónimo- desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo.

- Los discípulos de Emaús. La escena de los discípulos de Emaús ayuda a comprender el proceso por el que pasaron los primeros creyentes: desde la huida a la reunificación, del desánimo al entusiasmo. Proceso que se realiza a partir del encuentro con Jesús resucitado, que se hace presente en la explicación de las Escrituras y en la Fracción del Pan.

- Emaús: La catequesis de Jesús y de la Iglesia. Jesús sale al encuentro de sus ovejas perdidas y tristes, y se introduce en su conversación. Con paciencia les explica las Escrituras y les recuerda sus propias palabras para que comprendan el sentido de su muerte y de su resurrección (cf. 24,25-27). Jesús explica a la Iglesia lo que ella misma debe hacer a partir de entonces. En los Hechos de los apóstoles vemos que los discípulos interpretan lo que sucedió a Jesús a la luz de las Escrituras. 

- Los discípulos de Emaús reconocen a Jesús en la Fracción del Pan. En esta eucaristía encontramos el culmen del evangelio de Lucas. No estamos en la del Jueves Santo, con Jesús que camina hacia el Calvario, sino en la celebración pascual, con Jesús que ya se encuentra en el seno del Padre.

- Visitando Tierra Santa: Emaús. Con fotos. En 1878, cuando santa Mariam de Jesús Crucificado, fundadora de las carmelitas descalzas de Belén, se dirigía a Nazaret para fundar allí un nuevo monasterio, al pasar por un campo abandonado cerca de la aldea de Amuás, sintió que allí se encontraba el Emaús de los evangelios y convenció a una amiga para que comprara los terrenos y los regalara a las carmelitas. Cuando se comenzaron las excavaciones, se descubrieron los restos de la ciudad judía, romana y bizantina, con dos basílicas paleocristianas, la casa del obispo, restos de monasterios, enterramientos, inscripciones y mosaicos que identifican el lugar con la Emaús de los evangelios.

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