Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

martes, 23 de junio de 2020

Material sobre san Juan Bautista


El 24 de junio se celebra la fiesta del nacimiento de san Juan Bautista, el último de los profetas del Antiguo Testamento (que anunciaban la venida del mesías) y el primero de los apóstoles del Nuevo Testamento (que daban testimonio de que Jesús es el mesías anunciado por los profetas), al que ya hemos dedicado muchas entradas. A continuación les recuerdo algunas:

San Juan Bautista. Normalmente, las fiestas en honor de los santos coinciden con la fecha de su muerte, que es cuando concluye su peregrinación terrena y comienza su vida en plenitud. Solo hay tres excepciones: Jesús, María y Juan Bautista. En estos tres casos celebramos tanto la conmemoración de su muerte como la de su nacimiento.

San Juan Bautista y el solsticio de verano. El solsticio de verano es el día más largo del año. Parece que toda la naturaleza está en la plenitud, pero comienza un proceso imparable de decadencia, al principio imperceptible, en el que los días comienzan a decrecer y los campos entran en un periodo de descanso después de haber ofrecido sus frutos. En este día celebramos el nacimiento de san Juan Bautista, que tiene que disminuir para que Cristo crezca, como él mismo afirmó.

El solsticio de invierno es el día más corto del año. Pero a partir de entonces los días comienzan a alargarse, al principio de manera casi imperceptible, sin que nadie pueda hacer nada por detener el proceso, como la semilla que el sembrador depositó en el campo y que germina lentamente bajo la tierra. Ese día celebramos el nacimiento de Cristo, "sol que nace de lo alto", que viene a librarnos de las tinieblas.

Así Cristo se manifiesta como Señor del tiempo y de la historia. A Él la gloria por la eternidad. Amén.

- ¿Por qué san Juan se celebra el 24 de junio? Según una tradición judía, recogida por san Agustín y otros autores, Dios creó a Adán el 25 de marzo (para los judíos era el inicio de la primavera y el inicio del año hebreo, que coincidía con la Pascua según Éx 12,2). En la misma fecha habrían tenido lugar los principales acontecimientos de la historia de Israel, por lo que también en esa fecha se esperaba la manifestación del Mesías. Por este motivo, desde antiguo, los Padres de la Iglesia pusieron en relación la creación del mundo, la concepción de Cristo y su muerte redentora.

Si Jesús fue concebido el 25 de marzo, que coincide con el equinoccio de primavera (es decir, que ese día tiene las mismas horas de luz solar que de oscuridad), nació a los nueve meses, el día del solsticio de invierno (la noche más larga y el día más corto, como hemos dicho). 

Por su parte, como Juan Bautista nació seis meses antes (cf. Lc 1,26), fue concebido en el equinoccio de otoño (el otro día del año que tiene las mismas horas de luz solar que de oscuridad) y nacido en el solsticio de verano (el día más largo y la noche más corta, como ya hemos dicho). De esta manera queda subrayado que Cristo es la luz del mundo. 

Estaba yo en el vientre y el Señor me llamóEn la primera lectura de la misa de hoy, fiesta de san Juan Bautista, escuchamos estas palabras del profeta Jeremías: «Estaba yo en el vientre y el Señor me llamó, en las entrañas maternas y pronunció mi nombre». Las escribió Jeremías refiriéndose a sí mismo y a su vocación y la liturgia las aplica a san Juan Bautista, pero sirven para cada uno de nosotros: Dios nos conoce desde antes de nuestro nacimiento de una manera única y personal. De hecho, el profeta Isaías usa las mismas palabras para hablar de sí mismo (Is 49,1)...

San Juan Bautista y la alegría cristiana. Normalmente identificamos a san Juan Bautista con su vida austera y penitente en el desierto, pero se nos olvida que el evangelio une su figura a la verdadera alegría, como podemos ver en varios textos bíblicos. Hablando de esto, escribió san Agustín: «Juan no tiene alegría en sí mismo. El que quiera encontrar la causa de su alegría en sí mismo estará siempre triste; pero el que quiera encontrar su alegría en Dios estará siempre alegre, porque Dios es eterno. ¿Quieres tener una alegría eterna? Haz lo que hizo Juan».

San Juan Bautista y las notas musicales. Un monje poeta e historiador del s. VIII llamado Pablo el diácono compuso en honor de san Juan Bautista el himno "Ut queant laxis". En el s. XI el monje músico Guido D'Arezzo usó las primeras sílabas de los versos de la primera estrofa para nombrar las notas de la escala, que con un par de cambios posteriores quedó como hoy la conocemos: do, re mi, fa, sol, la, si, do.

- Ein-Karem, la casa de san Juan Bautista. Ein-Karem era una pequeña población junto a Belén, donde vivían Isabel y Zacarías, los padres de Juan Bautista. Hoy es un barrio de Jerusalén totalmente judío. Allí se dirigió la Virgen María después de la Anunciación, recorriendo el mismo camino que había hecho 1000 años antes el Arca de la Alianza (desde las montañas de Galilea a las montañas de Judea)...

Ain Karem, la patria de san Juan Bautista. La actual iglesia de san Juan Bautista se levanta sobre restos de otras iglesias más antiguas y recoge en una capilla lateral una cueva-casa de los tiempos de Jesús, que la tradición ha identificado con la casa de Zacarías e Isabel... Pueden conocerla en las fotos que acompañan esta entrada.

Visitando Tierra santa: Ein Karem. Con vídeo. La iglesia de san Juan Bautista fue construida por el patronato español y conserva el escudo real, azulejos de Manises y pinturas de Ribalda, Rivera, y Lucas Jordán, entre otros. En el patio se puede leer el «Benedictus», escrito en cerámica en numerosos idiomas. 

La iglesia de la Visitación recuerda el lugar donde se escondió santa Isabel con san Juan niño, para salvarlo de los soldados de Herodes, que habían recibido orden de asesinar a los niños de menos de dos años en Belén y sus alrededores. 

Jericó y Betania del otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.

El lugar donde Jesús fue bautizado. Se trata de un lugar profundamente simbólico, ya que por allí cruzaron los patriarcas en cada uno de sus viajes entre Mesopotamia y Canaán. Antes de cruzar el río y entrar definitivamente en la Tierra Prometida, Jacob luchó allí con el ángel, que le cambió su nombre por Israel. Más tarde, por allí penetraron los judíos, guiados por Josué, en la tierra de promisión. Desde allí el profeta Elías fue arrebatado al cielo, al terminar su misión. Eliseo pidió a Naamán que se bañara en el Jordán para curar su lepra. También los desterrados atravesaron el río por el paso de Betania cuando marcharon al exilio y por allí debe atravesar la calzada que, cruzando el desierto, llevará al pueblo de regreso a la Tierra Santa. No es extraño que Juan Bautista eligiera ese lugar para realizar su ministerio. Así, su bautismo relaciona la próxima manifestación del mesías con los patriarcas, el Éxodo y los profetas. 

Sanjuanito en el arte. Una característica propia de la época barroca occidental es la representación de la infancia de Juan Bautista, tanto en pintura como en escultura. A veces se lo representa solo (normalmente con un estandarte en la mano y señalando a un cordero), a veces en compañía del niño Jesús. También son comunes las pinturas (ya presentes en el renacimiento e incluso antes) en las que se ve a María con el niño Jesús y Sanjuanito. En algunas ocasiones les acompaña san José, en otras santa Ana u otros personales. Veamos algunos ejemplos de san Juan niño solo...

- Sanjuanito en el arte (2). Obras que lo pintan en ambiente familiar, con la Virgen María y el Niño Jesús (y en algunos casos con otros personajes, como san José, santa Ana, etc.) Este tipo de composiciones gozaron de mucha popularidad durante varios siglos y se pueden encontrar en numerosas iglesias y museos...

Nacimiento de Juan Bautista. Himno de la liturgia de las horas para este día:
"¿Qué será de este niño?", decía la gente
al ver a su padre mudo de estupor.
"¿Si será un profeta?, ¿si será un vidente?"
¡De una madre estéril nace el Precursor!...

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