Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

lunes, 8 de mayo de 2017

Peregrinación a Tierra Santa


Desde el miércoles 24 de mayo al sábado 3 de junio de 2017 acompañaré a un grupo de 54 peregrinos por algunos de los lugares más significativos de la Tierra Santa.

Unos acudiremos desde España, otros desde Italia, Holanda, Francia, USA, El Salvador, Nicaragua y hasta uno de Madagascar. Somos de distintas edades, provenimos de culturas diversas, pero a todos nos une la fe en Jesucristo y por eso queremos recorrer la tierra que él y su bendita madre habitaron.

Muchas personas que querían venir no podrán hacerlo en esta ocasión, porque se llenó el cupo muy pronto, pero habrá otras ocasiones, si Dios quiere.

Somos conscientes de que el paso de los siglos ha cambiado la fisonomía de los edificios y de las ciudades. Ciertamente, ni la carpintería de san José, ni el Gólgota, ni el Santo Sepulcro se conservan hoy como eran hace 2000 años. 

Pero recorrer los caminos que anduvieron Jesús y sus discípulos (aunque ellos fueran andando y nosotros nos desplacemos en autobús), orar junto al lago de Genesaret, renovar nuestro bautismo en las aguas del río Jordán, desplazarnos por la geografía de la Tierra Santa y leer los textos de los evangelios en los lugares donde sucedieron los acontecimientos que nos narran, nos ayuda a comprenderlos mejor y a fortalecer nuestra fe y nuestra esperanza.

Es verdad que Jesús no se quedó encerrado en el sepulcro y que hoy podemos encontrarle en cualquier sitio, ya que donde dos o más se reúnen en su nombre, allí está él (cf. Mt 18,20), pero visitar los lugares donde él vivió nos llena de gozo y renueva nuestro espíritu.

Quienes acuden conmigo ya saben que se trata de una peregrinación, por lo que todos los días tenemos la misa, momentos de oración y charlas de formación bíblica. También disfrutamos de la convivencia, de las comidas típicas y de otras cosas, pero lo más importante es la vivencia profunda de la fe en compañía de otros creyentes.

Oremos por la paz en Tierra Santa, en el Medio Oriente y en el mundo entero. Especialmente en Venezuela, donde tanto está sufriendo la población. El Señor tenga piedad de su pueblo.

Estos son algunos de los lugares que visitaremos:



Monasterio Stella Maris de la Virgen del Carmen en Haifa. Casa madre de los carmelitas.



Akko, la antigua San Juan de Acre, última capital del reino cruzado de Tierra santa.



Nazaret, donde el Hijo de Dios se encarnó en el vientre de María y donde vivió su infancia y juventud, creciendo "en edad, sabiduría y gracia" (Lc 2,52).



Belén, donde nació Jesús en la pobreza de un establo.



El río Jordán, donde Jesús fue bautizado por Juan.



Las ruinas de Cafarnaún, la ciudad en la que Jesús se estableció durante su vida pública y en cuya sinagoga predicó el sermón del pan de la vida.



El monte de las bienaventuranzas, donde Jesús predicó el sermón de la montaña, junto al lago de Galilea.



Banias, la antigua Cesarea de Filipo, donde nace el río Jordán. Allí Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién decís vosotros que soy yo? y realizó el primer anuncio de su pasión.



Jerusalén, donde Jesús sufrió la pasión, murió y resucitó.

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