Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 21 de junio de 2019

Santa Sofía (Estambul, Turquía)


La ciudad de Estambul (antigua Costantinopla en época del imperio romano y posteriormente Bizancio en época del imperio bizantino) está llena de tesoros históricos y artísticos, entre los que destaca la basílica de santa Sofía, dedicada a Jesucristo, «sabiduría» de Dios encarnada, que es visitada por más de tres millones de turistas cada año. 


Fue construida por el emperador Constantino en el siglo IV y reedificada por el emperador Justiniano en el siglo VI, con una cúpula central de 32 m. de diámetro y 56 m. de altura, que cambió para siempre la historia de la arquitectura. 


Sus arquitectos hicieron un diseño sin precedentes, tomando elementos conocidos (planta basilical y rotonda), pero que se unen en una estructura nueva. 


Consiguieron trasladar el peso de la cúpula hacia el exterior por medio de las pechinas y de otras cúpulas y semicúpulas en las que apoya, de manera que no necesita columnas centrales y se perforó el tambor con 40 ventanas que dan una gran luminosidad al edificio. 


Justiniano, según su cronista oficial Procopio de Cesarea, al ver Santa Sofía terminada, exclamó: «Salomón, te he vencido». 


Su interior está adornado con ricos mármoles y mosaicos. 


Fue transformada en mezquita en el siglo XV y en museo en el siglo XX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario