Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 19 de octubre de 2018

La santidad de Cristo es mi vocación a vivir


Miles de personas se preparan en Chile para participar el sábado 20 de octubre en la 28° peregrinación anual al santuario de santa Teresa de los Andes, carmelita descalza que murió antes de cumplir 20 años.

Les recuerdo que santa Teresa de los Andes nació el año 1900, en Santiago de Chile. Desde su primera infancia, vivió muy unida a Cristo y a la Virgen María. Estaba siempre dispuesta a servir a los demás y a sacrificarse por todos. Enseñaba el catecismo a los niños, presentándoles la virtud de manera amable y atractiva. 

Escribió algunas obras espirituales, en las que comparte con palabras sencillas su profunda vida interior y su aprecio por la oración. Se consagró privadamente al Señor con catorce años, pero tuvo que esperar hasta lo diecinueve para hacerse carmelita descalza. 

Murió antes de cumplir veinte años de edad. Es la primera flor de santidad de la nación chilena y del Carmelo Teresiano de América Latina. Fue canonizada en 1993.

Oremos. Dios misericordioso, alegría de los santos, que inflamaste el corazón juvenil de santa Teresa con el fuego del amor virginal a Cristo y a su Iglesia, y la hiciste testigo gozoso de la caridad aun en medio de los sufrimientos; concédenos, por su intercesión, que, movidos por el Espíritu Santo, también nosotros, revestidos con su dulzura, proclamemos en el mundo, de palabra y de obra, el evangelio del amor.

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