Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

lunes, 6 de octubre de 2025

La familia de santa Teresita


La vida de santa Teresa del Niño Jesús se comprende mejor a la luz del hogar en el que nació y creció, profundamente marcado por la fe y el amor de sus padres, los santos Luis Martin y Celia Guérin.

Luis Martin nació en 1823 en Burdeos y se crio en Alençon. De joven quiso ser monje en el Gran San Bernardo, pero fue rechazado por no saber latín. Aprendió el oficio de relojero y joyero en varias ciudades francesas y abrió su propio taller en Alençon, donde fabricó piezas de gran calidad. Su vida estaba estructurada entre el trabajo, la oración, la lectura espiritual, la ayuda a los pobres en las Conferencias de San Vicente de Paúl y la pesca, su afición favorita.

Celia Guérin, nacida en 1831, también intentó ingresar en la vida religiosa, pero fue rechazada por su frágil salud. Aprendió el difícil arte del encaje de Alençon, en el que destacó tanto que llegó a abrir su propio taller, formando a aprendices y realizando encargos de gran prestigio. Su delicadeza con las trabajadoras y su sensibilidad social marcaron su labor empresarial, reconocida con premios como la medalla de plata en la Exposición Industrial de 1858.

Luis y Celia se casaron en 1858. Al principio decidieron vivir en continencia, pero, siguiendo el consejo de un confesor, abrazaron plenamente la vocación matrimonial. Tuvieron nueve hijos, de los cuales cuatro murieron en la infancia. Los cinco supervivientes fueron niñas y todas abrazaron la vida religiosa, siendo la más conocida Teresa.

El hogar Martin fue una verdadera iglesia doméstica, donde se cultivaban la oración, la lectura espiritual y la caridad. Luis y Celia compartían la vida eclesial de la ciudad y se distinguieron por su generosidad con los pobres y la Iglesia. Su matrimonio fue un ejemplo de ternura, entrega y fe, y sus hijas crecieron en un ambiente profundamente cristiano.

Celia falleció en 1877, tras una larga enfermedad, aceptando con serenidad la voluntad de Dios. Luis, viudo, se trasladó con sus hijas a Lisieux, cerca de su cuñado Isidoro Guérin, farmacéutico, que les ofreció un hogar acogedor.

Tras la entrada de Teresa en el Carmelo, Luis sufrió una enfermedad neurológica que lo llevó a ser internado en Caen durante tres años. En medio de su sufrimiento, pedía a sus hijas no la curación, sino la gracia de amar a Dios incluso en la enfermedad. Falleció en 1894.

De los hijos del matrimonio, destacan: María Luisa (sor María del Sagrado Corazón, madrina y guía espiritual de Teresa); Paulina (madre Inés de Jesús, su “segunda madre” y destinataria del Manuscrito A); Leonia (sor Francisca Teresa, hoy en proceso de beatificación); Celina (sor Genoveva de la Santa Faz, confidente y artista que difundió la imagen de su hermana); y la menor, Teresa (sor Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, nacida en 1873 y fallecida en 1897, proclamada doctora de la Iglesia).

Luis y Celia Martin fueron el primer matrimonio canonizado conjuntamente. Teresa resumió el ambiente familiar con palabras elocuentes: «Dios me dio un padre y una madre más dignos del cielo que de la tierra». En su hogar, la fe fue la raíz y el alma de todo, el terreno fecundo en el que floreció la santidad sencilla y luminosa de la pequeña Teresa.

Resumen del capítulo cuarto de mi libro: Eduardo Sanz de Miguel, Santa Teresa de Lisieux, vida y mensaje. Editorial Monte Carmelo, Burgos 2017. ISBN 978-84-8353-839-5 (páginas 29-32).

1 comentario:

  1. P. Eduardo, se vive tan rápido en esta época que es de gran ayuda que alguien nos orille a leer.
    Aprecio enormemente los relatos, Dios ntro. Señor
    le pague.

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