lunes, 26 de septiembre de 2016
Impresiones de algunos peregrinos
Tal como estaba programado, la primera semana de septiembre tuvimos una peregrinación por monasterios y catedrales de Castilla la Vieja y la segunda semana otra por monasterios y santuarios de Polonia. En ambas participamos grupos reducidos (15 en la primera y 26 en la segunda), con personas provenientes de lugares muy variados: República Dominicana, El Salvador, Cuba-USA, Italia y de varios rincones de España. Hemos tenido ocasión de disfrutar del arte, la historia, la gastronomía, la espiritualidad y la convivencia. Recojo algunos testimonios de los participantes.
Clara Hortelano: Para mí ha sido un conjunto de emociones vividas y sentidas muy positivo. Aunque no retengo muy bien en mi cabeza todo lo visto, sí lo retengo en mi alma (ahí no se me borra) y día a día lo voy repasando lentamente. A nivel artístico ha sido espectacular, con todas las joyas monumentales, pinturas esculturas, historia y los preciosos parajes que hemos visto. A nivel personal, ha sido una suerte conocer a este grupo de personas, de las que de todos y cada uno he aprendido algo y eso siempre enriquece, con simpatía y gran calidad humana. A nivel espiritual ha sido lo mejor. Sobre todo las íntimas y emocionantes Eucaristías en el Monasterio, que no podía contener las lágrimas. Me sentía muy pequeña, pero más cerca de Dios (aún me sigo emocionando). También fue muy íntimo el momento vivido con el Santísimo expuesto, con las monjitas en Peñaranda. No paro de darle gracias a Dios por este gran regalo.
Lily Baldui de Morales: El dia 5 de septiembre llegamos a Madrid, provenientes de varios lugares. Nos esperaba el p. Eduardo en la iglesia de los carmelitas de Plaza España. Allí nos reunimos los peregrinos y salimos a almorzar. Después nos dirigimos en autobús hacia el Monasterio de Nuestra Señora de la Vid, en Burgos.
El monasterio se encuentra a orillas del Duero, rodeado de bellos paisajes. Desde el año 1132 fue habitado por monjes premontrenses, pero en el siglo XIX pasó a los agustinos, que lo conservan hasta el presente.
La arquitectura del Monasterio es impresionante. Majestuoso, tranquilo, se respira la paz acompañada del cantar de los pajaritos y el sonido de las aguas del Duero. Todo el entorno invita a la reflexión. Allí nos alojamos tres 3 noches y desde allí nos desplazamos a el Burgo de Osma, Valladolid y Peñaranda de Duero.
El grupo estaba integrado por 4 italianos, 2 dominicanas, 2 salvadoreños, 1 cubana y 6 españoles. Todos nos integramos en una verdadera comunidad fraternal, muy sencilla y alegre .
Nos impresionó la biblioteca del monasterio, con sus numerosos manuscritos y volúmenes impresos, que tratan de todas las ciencias: más de 144,000 volúmenes. También el museo recoge numerosas obras de arte.
Después nos desplazamos a Caleruega (patria natal de santo Domingo de Guzmán, con impresinantes conventos de padres dominicos y de madres dominicas), Lerma (villa ducal con innumerables monumentos), Covarrubias (con una gran colegiata medieval en la que está enterrada una princesa danesa, que se casó con un infante español en el siglo XIII) y a Burgos, donde nos detuvimos tres días para disfrutar de sus numerosos monumentos: catedral, monasterio de las Huelgas reales, Cartuja de Miraflores, etc.
Gozamos de los edificios y de los museos, de la convivencia y, especialmente, de las celebraciones orantes, sencillas, pero muy intensas y participadas.
Quienes veníamos de países americanos nos quedamos para la peregrinación a Polonia, a la que se unió otra dominicana y un grupo de españoles provenientes de Cádiz, Barcelona, Burgos, Soria, etc.
Las primeras noches nos alojamos en el monasterio carmelitano de Czerna, que posee un precioso museo y un via crucis con imágenes de tamaño mayor que el natural extendidas por un camino en el bosque.
Desde allí nos desplazamos a "Kalvaria", una ciudad que conserva un importante convento de franciscanos con numerosas capillas construidas por los caminos del bosque ¡Impresionante!
Otro día visitamos Częstochowa, donde se encuentra el famoso santuario de la Virgen Negra, corazón espiritual de Polonia, con museos llenos de obras de arte que la devoción de los polacos ha acumulado a lo largo de los siglos.
También visitamos los campos de concentración de Auschwitz, que forman parte de la historia más oscura del siglo XX.
Cerca de Cracovia visitamos las famosas minas de sal de Wieliczka, con más de 300 kilómetros de galerías excavadas a lo largo de 700 años y numerosas capillas escavadas a 135 metros bajo la tierra.
Los tres últimos días los pasamos en Cracovia, una ciudad donde los grandes artistas europeos han dejado sus huellas: pintores, escultores, músicos. Allí pudimos apreciar el arte en su diferentes dimensiones, ya que es considerada la capital cultural de Polonia y una de las más interesantes de todo centro Europa .
Sin duda, sus paisajes, jardines, avenidas bien cuidadas, limpias y ordenadas nos llevan a pensar que el polaco ama su patrimonio.
Las visitas al castillo, a la catedral, al santuario de la Divina Misericordia, a la basílica de Santa María, a la universidad, a la plaza del mercado, al barrio judío... se completaron con los paseos, las eucaristías y los momentos de convivencia, en los que gozamos del compañerismo y la alegría, viendo las diferentes manifestaciones del arte, música, teatro en las calles, mimos, un café calentito y también mojitos.
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