Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

domingo, 2 de marzo de 2014

Miren los lirios del campo...


Con el evangelio de hoy concluimos nuestras lecturas del Sermón de la Montaña que hemos realizado durante los últimos domingos, ya que el próximo día 5 es el Miércoles de Ceniza y dará inicio la Cuaresma.

Jesús nos invita a poner nuestra confianza en Dios, como un niño en brazos de su papá o de su mamá (de lo que también hablan la primera lectura y el salmo responsorial). 

Los lirios del campo no hilan y las aves del cielo no cosechan, pero Dios cuida de ellos. Eso no significa que nosotros no tengamos que trabajar para ganarnos el pan (no somos lirios ni aves), sino que no debemos agobiarnos por el trabajo y los bienes materiales.

Jesús nos recuerda que el dinero es un buen siervo, pero un mal amo, por lo que no debemos permitir que ocupe el primer lugar en nuestra vida. Por eso dice: "Busquen primero el Reino de Dios..." y "No pueden servir a Dios y al dinero".

De eso se trata, de buscar en primer lugar y por encima de todo a Dios (lo que no significa que no nos esforcemos en el trabajo para ganar el jornal). Todo lo demás viene después. Y de no permitir que los bienes se conviertan en dioses, en señores que nos tiranicen.

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