Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

lunes, 5 de noviembre de 2018

450 años del inicio de los carmelitas descalzos


Este año celebramos el 450 aniversario del inicio de los carmelitas descalzos en Duruelo, a cargo de san Juan de la Cruz y del padre Antonio de Jesús, el 28 de noviembre de 1568. 

Los carmelitas venimos de una familia de guerreros, de viejos soldados de Dios que dejaron las armas de guerra para enfrentar otra lucha no menos peligrosa, la de la conquista de la libertad interior, de la verdadera fraternidad y del descubrimiento del corazón de Dios. Estos primeros carmelitas decidieron entregar su vida a Jesucristo, a Dios sin pedir nada a cambio, solo por amor y por la alegría de servir. 

Nosotros no podemos ser buenos carmelitas en la escuela de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz si no estamos dispuestos a aprender, si no nos preparamos y entrenamos, aunque el camino sea difícil, lleno de comienzos. 

De hecho, lo mejor y más valioso del Carmelo se ha construido en medio de la dificultad y la pobreza, en medio de la noche y sin reconocimiento. Santa Teresa de Jesús escribió su mejor obra enferma y perseguida, y san Juan de la Cruz compuso su mejor poesía de amor en una prisión muy dura. 

Las personas más valientes son aquellas que llevan las armas de la autenticidad, de la sencillez, de la oración, de la fidelidad, del diálogo, de la escucha y de la sinceridad. No envidiemos a nadie, dejemos que Dios actúe en nosotros y pongamos lo que esté de nuestra parte para que su obra se realice en nosotros.

Palabras del padre Miguel Márquez Calle, o.c.d.

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