El retablo de san José en la iglesia del Carmen de Soria es una obra del siglo XVIII, de estilo rococó, decorado con abundantes rocallas. Antiguamente tenía una imagen de Jesús en la cruz en la hornacina central. De hecho, la decoración del altar hace referencia a la pasión, así como la presencia de la Virgen Dolorosa, san Juan evangelista (el discípulo amado) y santa María Magdalena.
El san José que preside el retablo es una obra excelente de origen italiano, traída desde Nápoles en 1728 por el Capitán Antonio Cosme, que la regaló al convento.
Encima de la hornacina central, que en origen tenía una cruz, se encuentra esta Santa Faz.
A la izquierda de la hornacina central está María Dolorosa.
A la derecha de la hornacina central está el evangelista san Juan, que también estuvo presente en el momento de la crucifixión.
En el centro del tímpano se encuentra santa María Magdalena.
El altar está decorado con símbolos de la pasión.
En el tímpano, a la derecha, hay un relieve que representa a un santo obispo y a la izquierda un santo apóstol, ambos con libros en las manos. Seguramente eran devociones particulares del donante del retablo.
En muchos conventos antiguos se encuentran santo Domingo y san Francisco, como representantes de las grandes Órdenes mendicantes. En este caso están santo Tomás de Aquino y san Buenaventura, ambos con libros en las manos. La presencia de estos dos santos y de los dos del ático, también con libros, nos indica que el comitente del retablo fue algún profesor de teología, que quiso dejar su sello de esta manera.
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