Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

sábado, 18 de agosto de 2018

Juzgaré a cada uno según su proceder


La primera lectura de la misa de hoy, tomada del profeta Ezequiel, nos recuerda que somos responsables de nuestros actos, que -con nuestras elecciones cotidianas- nos construimos o nos destruimos a nosotros mismos, que no podemos descargar nuestras responsabilidades en los demás, echándoles la culpa de todo lo que nos pasa.

En el Antiguo Testamento, muchas veces se insiste en la responsabilidad colectiva de todo el pueblo, pero Ezequiel quiere recordarnos la responsabilidad personal de cada uno. Por eso insiste en que, aunque todos sean pecadores, tu responsabilidad personal es ser justo. Y, aunque todos los demás sean justos, tú debes tener cuidado para no ser pecador.

Recordemos que Adán echó la culpa de todo lo malo a Eva, Eva echó la culpa de todo lo malo a la serpiente... pero Ezequiel nos dice que cada cual es responsable de sus actos. Pidamos al Señor con el salmo responsorial que nos dé un corazón puro y nos mantenga firmes en sus caminos.

Como hoy es la fiesta de los mártires carmelitas Juan Bautista Duverneil, Miguel Luis Brulard, Santiago Gagnot y otros compañeros, les invito a leer esta entrada:

Mártires carmelitas de la Revolución Francesa. La Revolución Francesa impuso en 1790 la Constitución civil del clero, que dio al estado el control total sobre la Iglesia en Francia. En 1792 la asamblea legislativa cerró los centros católicos y prohibió el uso de vestimentas religiosas. El gobierno exigió a todos los sacerdotes y religiosos hacer un juramento de fidelidad, renunciando a su condición de religiosos o sacerdotes. La mayoría se negó y comenzó una época de persecución, encarcelamiento y martirio...

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