Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

sábado, 31 de marzo de 2018

Moniciones para la Vigilia Pascual


La Vigilia Pascual, celebrada el Sábado santo por la tarde-noche, corresponde ya al Domingo de Resurrección, e inaugura la gran fiesta de la Pascua. Consta de cuatro partes:

- Comienza con la "liturgia del fuego", en la que aclamamos a Cristo como Luz Nueva que ilumina la tierra (recordemos que la vieja creación también comenzó cuando Dios hizo la luz, el día primero). Cada uno de nosotros enciende su pequeña vela en la llama del cirio, directamente o a través de otros que la han recibido ya, como imagen de que queremos dejarnos iluminar por la luz de Cristo y colaborar con él llevando a los demás su luz. 

- Sigue la "liturgia de la Palabra", en la que repasamos las grandes intervenciones de Dios a favor de la humanidad: la creación, el sacrificio de Abrahán, la salida de Egipto, las promesas de los profetas. Después de 40 días sin cantar el Aleluya, en esta noche resuena con mayor alegría la aclamación al evangelio. 

- En la "liturgia del agua" se bautizan los neófitos, si los hay, y todos renuevan las promesas bautismales, recordando que el bautismo es participación sacramental en la muerte y resurrección de Cristo (si hay religiosos o religiosas, a continuación renuevan sus votos). Esta parte concluye con la oración de los fieles.

- En la "liturgia eucarística" comulgamos el Cuerpo del Señor, sabiendo que el que recibe a Cristo resucitado, resucitará con él.

Les propongo algunas moniciones que se pueden hacer a lo largo de la celebración para entender mejor cada una de sus partes:

(Bendición del fuego - procesión con el cirio - incienso - pregón pascual)

Monición después del pregón pascual. Hemos terminado ya la primera parte de nuestra vigilia, que es la liturgia del fuego. Hemos aclamado a Cristo resucitado como luz del mundo que ilumina las tinieblas y nos hemos comprometido a encender nuestras vidas con su luz. Ahora da comienzo la segunda parte de la Vigilia Pascual, que es la liturgia de la Palabra, en la que se proclamarán varias lecturas de la Biblia que nos ayudan a comprender mejor lo que estamos celebrando. Escuchemos con atención.

(Primera lectura –La Creación–, salmo y oración. 
Segunda lectura –Alianza con Abrahán–, salmo y oración. 
Tercera lectura –Salida de Egipto–, salmo y oración. 
Cuarta lectura –Promesa profética de redención–, salmo y oración.
GLORIA. Se encienden las velas del altar y se tocan las campanas.
Oración colecta.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos. 
Canto del Aleluya. Evangelio. Homilía)

Monición a la liturgia del agua. Con la homilía del sacerdote que preside la asamblea damos por terminada la segunda parte de la Vigilia, que ha sido la liturgia de la Palabra. Ahora nos disponemos a comenzar la tercera, que es la liturgia del agua, en la que se bendice el agua bautismal, se renuevan las promesas del bautismo, los consagrados renuevan también sus votos, recibimos la aspersión con el agua bendita y, por último, dirigimos a Dios súplicas y plegarias por todos los hombres.

(Bendición del agua - promesas bautismales - aspersión - votos - preces)

Monición a la liturgia eucarística. Nos disponemos a comenzar ahora la cuarta y última parte de la Vigilia Pascual: La liturgia eucarística, en la que ofrecemos sobre el altar el pan y el vino, para que Dios Padre los transforme, por la fuerza del Espíritu Santo, en el Cuerpo y en la Sangre de Jesús resucitado.

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