En el monasterio de Vatopedia, en el monte Athos se conserva un curioso icono de la Virgen María llamado "Panagia Paramythia" o "Nuestra Señora del Consuelo".
Cuenta la tradición que una mañana, antes de abrir las puertas del monasterio, el abad se paró a saludar la imagen de la Madre de Dios, como hacía cada mañana. Entonces, la Virgen le dijo que no lo hiciera, porque se acercaba un barco de piratas a la isla con intención de asaltar el monasterio.
Entonces, el Niño Jesús levantó su brazo y colocó su mano sobre la boca de su Madre, diciéndole que no les avisara, porque merecían el castigo a causa de sus graves pecados. Pero María tomó la mano de su Hijo y, moviendo un poco la cabeza para poder hablar, volvió a advertir al monje, que ese día no abrió las puertas de la muralla, siguiendo el consejo de la Virgen.
Algunas horas después llegaron los piratas, que no pudieron entrar en el monasterio. El icono se venera hasta el presente como milagroso e incluso tiene fiesta litúrgica propia. De hecho, se conservan copias en muchas iglesias y monasterios.
La primera vez que lo vi, pensé que María estaba besando con ternura la mano de su Hijo. Esa interpretación me gusta más que la original.
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