lunes, 20 de mayo de 2013
Comienza el Tiempo Ordinario
Este cuadro de Lucio Massari (1569-1633) representa una escena cotidiana de la vida en el hogar de Nazaret y nos sirve para introducir la reflexión de hoy.
Ayer, con la fiesta de Pentecostés, terminó el ciclo pascual. Lo comenzamos el miércoles de ceniza, con el que dimos inicio al tiempo de preparación: la Cuaresma. Lo celebramos con intensidad durante el Triduo Santo de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Lo hemos prolongado con la cincuentena pascual y lo seguiremos viviendo cada domingo, que es la Pascua semanal y en cada eucaristía, en la que se actualiza la gracia que nos trajo Cristo con su muerte y resurrección "hasta que Él vuelva".
Hoy comienza el Tiempo Ordinario, aunque aún nos quedan algunas celebraciones importantes, que tienen que ver con el ciclo pascual que hemos celebrado: el domingo próximo es la fiesta de la Santísima Trinidad, el siguiente es el Corpus Christi y el viernes posterior es el sagrado Corazón de Jesús. De cada una de ellas trataremos en los próximos días, si Dios nos lo concede.
De momento, nos tenemos que disponer para descubrir la cercanía del Señor resucitado y de su Espíritu vivificador en nuestra vida cotidiana. La salvación de Dios no solo nos llega en las grandes fiestas, en los acontecimientos extraordinarios, sino que Él camina con nosotros todos los días y nos ofrece su bendición en todo momento, también en las actividades más ordinarias de la jornada. A Él sea la gloria por siempre. Amén.
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