miércoles, 6 de septiembre de 2017
Las carmelitas descalzas en Panamá
A ocho meses de la llegada de nuestras hermanas carmelitas descalzas a Panamá, compartimos esta breve crónica de sus primeros pasos en el país centroamericano:
Llegamos a Panamá con mucho entusiasmo el día 23 de enero del 2017 y el día 25 fue la inauguración de la fundación, donde contamos con la presencia de Monseñor Betran Wick Obispo de Santo Domingo en Ecuador, y de Monseñor Manuel Ochogavía obispo de Colón que es el que nos hizo la petición, y en cuya diócesis estamos; también con los provinciales de Centroamérica, Colombia y el delegado provincial de Ecuador , junto con la presencia de muchos sacerdotes comunidades religiosas, y fieles que por tantos años habían anhelado y orado por la presencia de un convento de Carmelitas en su país; eran alrededor de 500 personas.
En estos meses hemos experimentado la acogida, cercanía e interés de las personas, que con generosidad y cariño nos brindan su apoyo, en la medida de sus posibilidades. En lo espiritual estamos fortalecidas diariamente con la Eucaristía y el acompañamiento de nuestros padres carmelitas, que nos ayudan a vivir nuestra vida de oración, fraternidad y trabajo.
El lugar que nos ha donado la Diócesis es muy hermoso, lleno de vegetación puesto que es parte de una reserva ecológica de 21 hectáreas, y así el ambiente silencioso nos ayuda en nuestro estilo de vida, todo aquí nos habla de Dios. También contamos con un Santuario dedicado a la Santísima Virgen, al cual está adherida una casita con 5 habitaciones, y un oratorio donde hacemos nuestra liturgia.
Para nuestra solvencia económica tenemos el proyecto de elaborar hostias, puesto que en todo el país hay una sola comunidad que realiza este trabajo, y vemos la necesidad de colaborar en este sentido.
Hasta que nos lleguen las máquinas, que tardarán alrededor de un año, nos hemos dedicado a hacer escapularios y un día a la semana hacemos pan, que se vende en la Iglesia de nuestros frailes Carmelitas; esta pequeña entrada es una ayuda para, poco a poco, pagar las máquinas de hostias; el Señor mismo es quien provee todo lo necesario para realizar estos proyectos, y así experimentamos su cuidado y amor para con nosotras, manifestado a través de la generosidad de las personas.
Por ahora estamos trabajando en los planos, y buscando los medios para la construcción del Monasterio, confiadas siempre en su Providencia Divina.
Por nuestra parte estamos muy contentas de que haya un Sagrario más donde el Señor sea amado y glorificado, y que nuestra Orden y Espiritualidad Teresiana se vaya extendiendo.
Pedimos su oración para que podamos cumplir con fidelidad la misión que se nos ha encomendado, y poder ser testimonio de la Presencia de Dios en el mundo, y muy especialmente en esta iglesia particular de Colón Kuna Yala.
Texto tomado de la página web de la casa general de los carmelitas descalzos. Pueden verla aquí con muchas fotos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario