Acabo de regresar de allí, donde he pasado 12 días maravillosos, predicando la novena en honor de Nuestra Señora de Guadalupe y un curso sobre el Credo. Desde 1992 he tenido muchas ocasiones de predicar cursos y novenas en OKC y en Dallas. Son muchas las personas que he conocido en estos años y con las que he compartido mi fe. Algunas han fallecido ya y otras han emigrado a otros sitios, pero yo he aprendido de todas ellas y doy gracias a Dios por cada una. A todas las llevo en mi corazón.
Como la preciosa iglesia de Oklahoma City se ha quedado pequeña, han construido una nueva, con capacidad para mil personas, que se llena en todas las misas del domingo y que también se llenaba durante las celebraciones de estos días. A continuación pongo algunas fotos para que conozcan a mis amigos:
Entrada de los matachines (los danzantes de los pueblos nativos americanos) y del coro.
Entrada de los niños del catecismo con sus flores para la Virgen.
Entrada de los adolescentes y jóvenes.
Entrada de las familias.
El momento de la homilía.
El pan y el vino para el ofertorio.
Ofrendas para compartir con los necesitados.
Las charlas sobre el Credo, después de la Misa.
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