Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 4 de diciembre de 2025

Primavera en libertad, anchura y alegría del espíritu


Este capítulo presenta a san Juan de la Cruz como un maestro de libertad interior y discernimiento en un tiempo marcado por tensiones religiosas, sospechas y excesos devocionales. En medio de ese clima, sorprende su mirada amplia y crítica hacia una religiosidad apoyada en prácticas externas (imágenes, ceremonias, penitencias desordenadas), que él califica de «devociones indiscretas» o «penitencias de bestias». 

miércoles, 3 de diciembre de 2025

Ambiente de reformas en el siglo XVI


Ya hemos hecho una presentación general de mi nuevo libro sobre san Juan de la Cruz (pueden verla en este enlace) y hemos ofrecido resúmenes del prólogo (aquí), la presentación general del contexto socio-religioso de la época (aquí) y el resumen del primer capítulo, titulado "El siglo XVI: una sociedad compleja y en proceso de transformación" (aquí). Hoy les presento un resumen del capítulo segundo: "Ambiente de reformas".

martes, 2 de diciembre de 2025

Adviento: el Señor viene, siempre está viniendo


Hemos comenzado un nuevo Adviento, tiempo de deseos y esperanza, tiempo para abrir los ojos y el corazón a aquel que viene a colmar nuestra indigencia, y para prepararle el camino. Anhelamos la llegada del mesías y queremos esforzarnos para recibirlo dignamente.

lunes, 1 de diciembre de 2025

Celebraciones de diciembre


El mes de diciembre está marcado por la gran fiesta del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, pero hay otras fiestas que aquí recordamos:

Canto de Adviento. Ven, Señor Jesús


Este canto de la la "hermana Glenda" (virgen consagrada de origen chileno afincada en España) es una súplica sencilla y ardiente que expresa el anhelo propio del Adviento: solo el Señor da a la vida color, sabor, música y sentido. Cada verso revela la pobreza del corazón humano cuando se aleja de su fuente, y al mismo tiempo la esperanza humilde de quien sabe que solo Cristo puede devolverle la paz y el brillo a la vida. El estribillo (“Ven, Señor Jesús”) resuena como una oración insistente, casi un suspiro, que convierte el deseo en esperanza y la fragilidad en confianza. Es un canto que prepara el corazón para acoger al Dios que viene.