Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura
La que ves en piedad, en llama, en vuelo,
ara en el suelo, al sol pira, al viento ave,
Argos de estrellas, imitada nave,
nubes vence, aire rompe y toca al cielo.
Teresa de Cepeda y Ahumada vivió durante el llamado «siglo de oro español». Entre otros, fue contemporánea de Erasmo de Roterdam, Martín Lutero, Carlos V y Felipe II. Vivió una época compleja, en la que la «monarquía católica» hispana alcanzó su máximo poderío económico, militar y político. Las universidades de Salamanca y Alcalá eran referentes culturales a nivel europeo. Las Bellas Artes conocieron un desarrollo y una creatividad sin precedentes. Los pueblos y ciudades de España se llenaron de templos, palacios, hospitales, edificios públicos y fuentes. Por entonces compusieron su música Juan del Encina y Tomás Luis de Victoria y escribieron Garcilaso de la Vega, fray Luis de León, Lope de Vega, Góngora y Cervantes. Mientras Juan de Herrera construía el Escorial, Diego de Siloé, Juan de Juni y el Greco realizaban sus mejores obras. La Celestina o El Lazarillo de Tormes, también contemporáneos, describen perfectamente las contradicciones de aquel tiempo.