Nuestra patria son los recuerdos de la infancia. Espero que a estos niños les quede un buen recuerdo de las dulces fiestas familiares en las que amaban ser amigos de Jesús.
Y deseo que todos mis lectores también crezcan cada día en intimidad con él, a quien sea la gloria por los siglos. Amén.
Aquí tenemos una buena colección de santos en miniatura. ¿A que son tiernos? Empezamos con san Cristóbal cruzando el río con el Niño Jesús a cuestas.
Esta santa Faustina Kowalska va acompañada por el cuadro de Jesús de la Divina Misericordia.
San Roque peregrino y su perro.
La Verónica con el rostro de Cristo impreso en el paño.
San Jerónimo, con el león que amaestró y le hacía compañía en su cueva de Belén.
La Virgen María niña, la «divina infantita», de la mano de su madre santa Ana cuando la presentó en el templo de Jerusalén.
San Nicolás de Bari con regalos para los niños buenos.
San Jorge ha perdido el caballo y el dragón, pero conserva la espada y el escudo.
El padre Pío con sus estigmas en las manos.
Santa Inés con el corderito en la mano, mirando al cielo.
San Juan Diego con la Virgen de Guadalupe en la tilma y las rosas.
Los tres pastorcitos de Fátima: Lucía, Francisco y Jacinta.
San Juditas Tadeo.
Santa María Magdalena, «Mirófora» (portadora de perfumes) de camino hacia el sepulcro de Cristo el día de Pascua.
Santa Teresa de Calcuta, fundadora de las misioneras de la caridad.
San Blas, especial protector contra los males de garganta.
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