Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

domingo, 11 de mayo de 2025

"In illo uno unum" . La comunión en la Iglesia


El lema que el papa León XIV ha escogido como divisa de su pontificado es "in illo uno unum" (que podríamos traducir por “Somos uno en Cristo [el que es uno]”). Está tomado de un comentario de san Agustín al salmo 127, que dice literalmente: “Los cristianos, unidos a su cabeza [Jesucristo], que subió al cielo, son un solo Cristo; no es él uno y nosotros muchos, sino que, siendo nosotros muchos, unidos al que es uno, somos uno”. 

Es un texto que habla de la unidad de la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo. Ciertamente, es un juego de palabras difícil de traducir literalmente, aunque la idea sea clara. Ya sabemos que san Agustín era un gran retórico y siempre escribía usando artificios literarios que llaman la atención, pero muchas veces sus juegos de palabras en latín son intraducibles a otros idiomas.

Este texto hace referencia a muchos otros de la Biblia. Podemos recordar la oración de Jesús por los creyentes: “Padre, que todos sean uno, como tú y yo somos uno” (Jn 17,21). También a san Pablo, que afirma que entre los cristianos “no hay diferencia entre judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, porque todos somos uno en Cristo Jesús” (Gál 3,27).

Quiera Dios que los creyentes lo tomemos en serio. Por desgracia, en la Iglesia se dan también las mismas tensiones que en la sociedad civil, con personas que se identifican más con posturas conservadoras o progresistas. Esto no debería asustarnos, pero tampoco debemos permitir que sea causa de división entre nosotros, porque sabemos que la unidad de la Iglesia no viene de nuestras ideas, sino de Jesucristo.

La unidad no es uniformidad. Los católicos vivimos en países con distintas herencias culturales y con diversos sistemas de gobierno. Como es natural, esto influye en nuestra manera de vivir y de interpretar el mundo. Pero la unidad está por encima de cómo nos vestimos, alimentamos o de qué tipo de música nos gusta más. Nosotros “somos uno en Cristo”.

En Cristo, los demás cristianos son hermanos en el Señor (también los que están lejos y piensan distinto). Él establece una relación que va más allá de la carne y de la sangre. Mi prójimo es mi hermano gracias a lo que Cristo hizo por él. Yo soy hermano de mi prójimo gracias a lo que Cristo hizo por mí. Dios es mi Padre porque Cristo me ha hecho su hermano. El otro es mi hermano porque Cristo lo ha unido a sí y nos encontramos en él.

Comunidad cristiana significa comunidad en Jesucristo y por Jesucristo. Jesucristo fundamenta la necesidad que los creyentes tenemos unos de otros y Jesucristo hace posible la comunión. Somos uno en Cristo, también cuando pensamos distinto. La unidad y la salvación no vienen de nuestras ideas, sino del Señor. A quien sea la gloria por los siglos. Amén.

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