Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

lunes, 22 de mayo de 2023

Santa Joaquina de Vedruna (22 de mayo)


Santa Joaquina de Vedruna nació el año 1783 en Barcelona, donde murió el 22 de mayo de 1854. A los doce años intentó ser religiosa contemplativa, pero el Señor la tenía destinada para otra misión. La superiora de las carmelitas le dijo que era demasiado joven para ser religiosa, que siguiera estudiando y ya se vería más adelante. 

Se casó con dieciséis años, fue esposa y madre de nueve hijos. Tres de ellos fallecieron jóvenes, otra se casó, cuatro hijas se hicieron religiosas y el hijo también lo intentó, aunque no pudo perseverar por su mala salud y fundó una familia profundamente religiosa. 

Tenía 33 años al enviudar y se consagró durante diez años al cuidado de sus hijos. Cuando ellos ya pudieron decidir sobre su futuro y ella tenía 43 años, fundó la congregación de Hermanas Carmelitas de la Caridad, para el cuidado de los enfermos y la educación de los niños pobres.

Padeció el destierro en Francia y su congregación fue disuelta por el gobierno liberal, pero perseveró siempre en el amor a Dios y a los hermanos, recomponiendo su obra y dejando, al morir, veintisiete comunidades que pronto se extendieron por todo el mundo. En nuestros días son unas dos mil religiosas. 

A sus hermanas de congregación enseñaba: 

“Podéis estar seguras que el buen Jesús os ha escogido para trabajar mucho en su viña, esto es, en cultivar tiernas plantas y cuidar a los desvalidos”.

“No os mostréis demasiado severas, lo echaríais todo a perder”.

“No corrijáis a gritos, ni pongáis mala cara y procurad que no se vayan dolidas y os pierdan el cariño y la confianza”.

“Haced todo por amor, nada por fuerza”.

“Solo el amor de Dios se encuentra siempre; lo demás todo pasa; busquemos, pues, lo que siempre dura: amor y más amor, como deseo para mí y para todas mis amadas hijas”.

“No ha de haber en nuestro corazón apego alguno, sino amor y mas amor, porque el amor nunca dice basta ni sosiega hasta abrasar, y abrasando nuestro corazón el puro amor de Jesús, arrojará de él cuanto se opone a que todo sea amor”.

En la homilía de su canonización, el año 1959, el papa Juan XXIII dijo de ella: «conquistada por el amor de Dios y del prójimo, vivió heroicamente el evangelio en todos los estados posibles de una mujer».

Oración colecta. Padre santo, tú has hecho surgir en la Iglesia a santa Joaquina de Vedruna para la educación cristiana de la juventud y el alivio de los enfermos; haz que sepamos imitar sus ejemplos y dediquemos nuestra vida a servirte con amor en nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Oración sobre las ofrendas. Acepta, Señor, estos dones con los que vamos a celebrar el memorial del amor de tu Hijo, y concede a cuantos participamos en estos misterios que, a ejemplo de santa Joaquina de Vedruna, sepamos amarte sobre todas las cosas y a todos los hombres por amor a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración después de la comunión. Te pedimos, Padre celestial, que esta eucaristía acreciente tu vida en nosotros y que, por nuestras palabras y acciones, seamos, como santa Joaquina de Vedruna, amor para los que nos rodean y luz para los que nos contemplan. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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