Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 8 de marzo de 2024

Material para el 8M


Estas terribles fotos son de bodas colectivas celebradas en la Franja de Gaza. Pueden encontrar cientos similares en internet. En esta ocasión, casaron a 450 niñas con hombres adultos. Debería hacernos pensar en los sufrimientos de muchas niñas y mujeres en distintos lugares del mundo.



El 8 de marzo se celebra el "día internacional de la mujer", desde que la ONU eligió esta fecha en 1975, asumiendo una celebración que tenía lugar desde principios del siglo XX en varios lugares. Al principio se denominó "día internacional de la mujer trabajadora", más tarde "día internacional de los derechos de la mujer" y en nuestros días simplemente "día internacional de la mujer".

En la tradición católica había dos días dedicados a reivindicar el puesto de la mujer en la sociedad: el día de santa Águeda (el 5 de febrero) y el de santa catalina de Alejandría (el 25 de noviembre). 

Los carmelitas descalzos fuimos fundados en el siglo XVI por santa Teresa de Jesús, que tenía una clara conciencia "feminista" mucho antes de que existiera el feminismo.

También fue carmelita descalza santa Edith Stein, una de las primeras mujeres en doctorarse en filosofía, activista feminista, defensora del derecho de voto para la mujer y de la libertad de pensamiento y expresión para todos, escritora de numerosos volúmenes de filosofía y teología, conferenciante en varios países de Europa, que hablaba y escribía con fluidez en alemán, inglés, francés, holandés, latín... Cada mes escribía una carta a las mujeres trabajadoras y en 1930 consiguió la primera ley que permitía a las mujeres votar en Alemania y ser catedráticas en las universidades.

También fue carmelita descalza la primera mujer farmacéutica de España, una de las primeras (o quizás la primera) en ir a la universidad en este país: la beata María Sagrario de san Luis Gonzaga.

Con estos y otros antecedentes, comprenderán que los carmelitas descalzos seamos especialmente sensibles a estos argumentos, a los que ya he dedicado varias entradas, que pueden consultar haciendo un click sobre los títulos:

- 8 de marzo, día de la mujer. Hemos de ser consciente de que no hay un único tipo de feminismo, sino que este concepto reúne una gran variedad de sensibilidades y de opciones socio-políticas. Siendo conscientes de que con una única palabra ("feminismo") se puede hacer referencia a realidades muy distintas entre sí, hemos de acoger lo esencial del término, que es promover la igualdad de derechos y oportunidades para todos...

- Una jornada que no debería celebrarse. Hablo del día internacional de la mujer. Si de verdad hubiera igualdad de derechos y oportunidades para todos no sería necesario celebrar una jornada reivindicativa, no necesitaríamos recordar que hay un grupo de seres humanos que muchas veces no tienen las mismas oportunidades que los demás, y eso que son la mitad de la población. Pero, por desgracia, la jornada de hoy sigue siendo necesaria para que todos tomemos conciencia de la situación real. En muchos lugares del planeta las mujeres son sometidas y humilladas solo por ser mujeres. Incluso en los países occidentales hay ocasiones en que una mujer recibe un sueldo menor que un hombre por realizar el mismo trabajo...

- Defensa de la dignidad femenina en santa Teresa de Jesús. Adelantándose a los tiempos, Teresa reivindicó con fuerza la posibilidad de que las mujeres pudieran formarse y decidir por sí mismas, sin estar sometidas a la tutela de los varones. Esto le causó muchas dificultades, a las que ella hizo frente con decisión. En esta entrada enlazo con 13 más, en las que recuerdo los esfuerzos de la santa abulense para conseguir que las mujeres fueran reconocidas y respetadas. 

- Hombres necios que acusáis. Poema de la mexicana sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) cantado por Juan Valderrama (1972-) en su disco "Mujeres de carne y verso", grabado en 2019.

- A ti, mujer. En este canto, José Luis Perales (1945-) se dirige a todas las mujeres: a las que empiezan a vivir, a las que están a mitad o al final de su camino, a las que sueñan y a las que se han cansado de soñar, a las que callan y a las que hablan.

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