Cada año, el fin de semana de Pentecostés se celebra la romería de la Virgen del Rocío, a la que acuden miles de personas caminando desde todos los rincones de España con carretas y caballos. Es fiesta de interés turístico internacional. Algunos caminan durante varios días e incluso durante varias semanas. Cada noche, alrededor de la hoguera, se cantan y bailan sevillanas. Esta es una de las más famosas en honor de la Blanca Paloma.
Sueña la margarita con ser romero,
para ir con la Virgen en el sombrero.
Y yo, señora,
sueño con las marismas a todas horas.
Mi jaca corretea tras de los ciervos
y le gusta seguirlos marisma adentro.
Entre las ramas,
relincha mi caballo por sevillanas
La brisa de los mares que llega al coto
va besando los pinos poquito a poco.
¡Ay! qué alegría, si yo fuera la brisa
para besar tu cara de noche y día.
Beben los pajarillos sobre el río Quema,
mientras corren los ciervos por las arenas.
Quita el sentío las cosas del camino
Las cosas del camino de mi Rocío.
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