El 18 de octubre se celebra la fiesta del evangelista san Lucas, al que Dante Alighieri llamó "el escriba de la mansedumbre de Cristo". Y es que Lucas consagró su persona a anunciar esa buena noticia, ese evangelio, que más tarde puso por escrito.
En su obra, Lucas nos cuenta que, con su predicación, Jesús anunció la misericordia de Dios Padre y, con su vida, hizo presente esa misericordia de Dios, esa ternura, esa compasión hacia los más pequeños.
San Pablo, san Lucas y san Marcos son testigos de que la Buena Noticia de Jesús viajó de Galilea a Jerusalén, más tarde de Jerusalén a Antioquía de Siria, donde llamaron por primera vez "cristianos" a los seguidores de Jesús, y desde donde partieron los viajes evangelizadores de san Pablo, finalmente de Antioquía a Roma, para extenderse desde allí hasta los confines del mundo.
Estos tres compañeros de fe y de trabajo misionero nos han dejado, también, los escritos más antiguos del cristianismo, llenos de fe y de unción.
Del evangelio de Lucas se ha subrayado que es el que más insiste en la misericordia de Dios, en la alegría de los creyentes, en la importancia de la oración, en la obra del Espíritu Santo, en el papel de María en la historia de la salvación (por eso, muchas veces se le representa pintando un icono de la Virgen María), en la importancia que Jesús da a los más pequeños (mujeres, niños, enfermos y pecadores).
¡Que Dios conceda una feliz fiesta de san Lucas a todos los lectores del blog!
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