Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

martes, 22 de octubre de 2024

Jesús riendo y bailando


Este precioso cuadro titulado "dance of grace" fue pintado el año 2010 por el estadounidense Mark Keathley, nacido en 1963. El autor dice que el cuadro no pretende representar un momento concreto de la vida de Jesús hace dos mil años, sino más bien la alegría a la que Jesús nos invita en el presente.

La idea del autor es que los niños se unen al baile con Jesús tal como son, sin prejuicios y sin pretensiones, sin pensar en merecimientos o en culpas. Solo se unen a Jesús y gozan en su compañía.

Muchas veces pensamos que tenemos que ser buenos para que Jesús nos quiera, que tenemos que poner en orden nuestra vida para que él nos permita gozar de su cercanía. Pero él nos dice: "Venid a mí los cansados y agobiados". 

Lo primero no es nuestro amor, sino el suyo. Cuando acojamos su amor incondicional, encontraremos la fuerza para ser mejores.

Cada uno de nosotros está llamado a unirse a esta danza de la vida, unidos a Jesús, tal como somos, en la situación concreta en la que nos encontramos, sin esperar a merecerlo. Él ya nos invita a acoger su amor y su ternura. Todo lo demás viene después...

Como dice la mística carmelita santa Isabel de la Trinidad (1880-1906) en su obrita «Déjate amar», lo primero y principal no es lo que nosotros hacemos, sino lo que Dios ha hecho por nosotros. Nuestras principales energías no deben dirigirse a hacer cosas por Dios, sino a dejarnos amar por él. Este amor recibido será la fuente de nuestro amor, el que nos capacite para poder responder al Amor.

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