Hoy es el sexto domingo de Pascua, ciclo "a". El próximo domingo celebraremos la fiesta de la Ascensión, y el siguiente celebraremos la de Pentecostés, con la que concluye el tiempo pascual. Estas son las lecturas de la misa de hoy:
Primera. Hechos de los apóstoles (8,5-17). El diácono Felipe predica a los samaritanos. De esta manera, el evangelio comienza a extenderse fuera de Israel. La iniciativa no fue de los apóstoles, pero Pedro y Juan acuden para confirmar la obra de Felipe y para orar por los nuevos creyentes, que reciben el Espíritu Santo y se unen a los antiguos.
Salmo (65). Aclama al Señor, tierra entera.
Segunda. Primera carta de Pedro (3,15-18). Los cristianos no deben imponer su fe a los demás, pero deben estar "dispuestos siempre para dar explicación a todo el que os pida una razón de vuestra esperanza". De todas formas, el apóstol advierte de que debe hacerse "con delicadeza y con respeto".
Evangelio. Juan (14,15-21). En el discurso de despedida, Jesús promete a sus discípulos el don del Espíritu Santo, nuestro defensor y nuestro abogado.
- Les daré el Espíritu Santo. Los evangelios hablan del Espíritu "Paráclito". Esta palabra griega significa a la vez "defensor" y "consolador". Esta es la misión del Espíritu Santo: defendernos del maligno y consolarnos en las dificultades. Con la fuerza del Espíritu Santo, estamos llamados a dar a todos "razón de nuestra esperanza con mansedumbre, respeto y buena conciencia", tal como nos pide san Pedro en la segunda lectura...
- Jesús resucitado promete el Espíritu Santo. Jesús resucitado nos dice que no nos deja solos, que nos regala el Espíritu Santo para que siga haciéndose presente entre nosotros su obra salvadora. Efectivamente, por la fuerza del Espíritu Santo los sacramentos no son solo recuerdos de acontecimientos pasados ni son solo promesas de bienes futuros. Por la fuerza del Espíritu Santo, la gracia de Dios se hace presente en los sacramentos y en la vida de los cristianos...
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