Acuérdate de Jesucristo

ACUÉRDATE DE JESUCRISTO, ACUÉRDATE DE ÉL EN MEDIO DE LA PANDEMIA. ¡El Señor ha resucitado! Pon en él tu mirada. Mírale resucitado. Mira a tu Señor, asómbrate de su luz, alégrate de su vida, ama al que tanto te amó, agradece al que por ti se entregó, canta al que abrió delante de ti el camino de la esperanza. Mira al que te mira, alégrate, ámale con todo tu corazón. Une tu voz a la de Cristo en la hora de su resurrección, y que resuene en el cielo el eco de vuestro canto: “El Señor es mi Dios y salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación”.

ACUÉRDATE DE JESÚS AQUÍ Y AHORA. Cuando tantas puertas y fronteras se cierran, en tiempos de confinamiento y estado de alarma, abre tu corazón a Jesús resucitado. Saluda desde tu balcón solidario a los vecinos, a los que están en los hospitales, a los que investigan buscando una vacuna que inmunice, a todos los que arriesgan su vida por los demás. Deja que Jesús entre en tu tribulación, que es la del mundo. Que el coronavirus no te separe del amor de Jesús. Jesús, que tiene entrañas de misericordia, te abraza para que tú extiendas la ola de los abrazos.

ACUÉRDATE DE JESÚS EN MEDIO DE LA CRISIS. Jesús toma hoy la iniciativa, se pone en medio, viene a tu encuentro. Te saluda con la paz y la alegría, dones para una Iglesia resucitada, para una humanidad levantada. El coronavirus limita tus movimientos, pero no te impide moverte hacia Jesús y aprender de él qué es lo importante y qué es lo accesorio. Los espacios reducidos, los tiempos largos, los llena él de vida, de compasión y ternura, para que aprendas a salir de este noche con más fuerza.

ACUÉRDATE DE JESÚS EN MEDIO DEL SINSENTIDO. No dejes que el silencio te paralice. En todo caso pregúntate qué te quiere decir Dios en este momento, cuál será su voluntad. Si encuentras cada día momentos para estar con Jesús verás cómo vas quedando consagrado en la paz y en la alegría. Y si compartes la luz que vas encontrando con la luz que otras personas encuentran, le nacerá al mundo una esperanza mayor, una solidaridad más real. Jesús te envía a vivir una alternativa y a proponerla con valentía a la humanidad. Hoy, con el empuje del Espíritu, puedes ser lo que fue Jesús y vivir y amar como él vivió y amó. ¿Percibes cuánta bondad y ternura de Jesús se está sembrando estos días en el mundo?

ACUÉRDATE DE JESÚS EN ESTOS MOMENTOS DE CONTAGIO GENERALIZADO. Él conoce tu fragilidad, compartida con la humanidad. Él desea que te contagies de Espíritu; sopla sobre ti, para que unidas tus manos, ahora tan lavadas y aisladas, a las de millones de personas, se inaugure la nueva creación. Siente la presencia del Espíritu que acompaña a la humanidad en los secretos de esta hora. Descubre en sus inspiraciones el paso liberador y sanador de Dios, la Pascua. Dile que te muestre por dónde le nace a la noche la aurora. Sigue el rastro del Espíritu, que mantiene vivo el recuerdo de Jesús.

ACUÉRDATE DE JESÚS Y CANTA ALELUYA EN ESTOS DÍAS DIFÍCILES, CARGADOS DE VIDA. Estamos viviendo la pandemia en tiempos de pascua. “Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” (Papa Francisco). Canta sin herir a los que más sufren, como quien esparce el perfume. Pasa del silencio a la alabanza. Jesús es más poderoso que toda muerte. Despierta tú, si todavía duermes, y el Señor te alumbrará. ¿Te animas a seguir las corazonadas del Espíritu? Jesús resucitado obra ya en el corazón como señor del ser humano y de la historia. Todo es gracia. Haz tuyas las palabras de fe de Tomás: ‘Señor mío y Dios mío’.

Escrito por el padre Pedro Tomás Navajas para el último número de la revista "Orar". Información y posibilidad de descargarla gratuitamente en este enlace:
http://www.ocdiberica.com/es/revista/8/ver