Este es un canto ya tradicional, amado por todos los católicos, que lo usamos muchas veces en misa. Les invito a escuchar esta preciosa versión que hacen los miembros de la fundación "Canto católico" de Chile, acompañados por el jesuita Cristóbal Fones.
Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos,
tan solo quieres que yo te siga.
Señor, me has mirado a los ojos;
sonriendo, has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca;
junto a ti buscaré otro mar.
Tú sabes bien lo que tengo,
en mi barca no hay oro ni espadas,
tan sólo redes y mi trabajo.
Señor, me has mirado a los ojos;
sonriendo, has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca;
junto a ti buscaré otro mar.
Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse;
amor que quiera seguir amando.
Señor, me has mirado a los ojos;
sonriendo, has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca;
junto a ti buscaré otro mar.
Tú, pescador de otros lagos,
ansia eterna de almas que esperan;
amigo bueno, que así me llamas.
Señor, me has mirado a los ojos;
sonriendo, has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca;
junto a ti buscaré otro mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario