Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

martes, 13 de octubre de 2015

Novena a santa Teresa de Jesús. Día 8º Santa Teresa y la paz social


Oración preparatoria para todos los días. Dios Padre nuestro, que por medio de tu Espíritu Santo has suscitado a santa Teresa de Jesús para enseñar a tu Iglesia el camino de la perfección; concédenos alimentarnos siempre con su celestial doctrina, para que crezca en nosotros el deseo de la verdadera santidad. Tú nos ofreces el ejemplo de su vida y la ayuda de su intercesión, para que animados por el testimonio gozoso de su experiencia, sigamos sin desfallecer el camino que ella nos señaló. Padre de misericordia, concédenos tu Espíritu para que podamos seguir las huellas de la Santa y gozar con ella de la Vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Reflexión. La Santa tenía una visión universal del mundo donde vivía. Sigue con interés los acontecimientos eclesiales y sociales de su tiempo, en su corazón resuenan las guerras de religión, las conquistas de América, la situación de los pobres… todo lo lleva a la oración, y en algunas ocasiones se hace intercesora por la paz entre los grandes de la tierra. 

Teresa no se contagió de la mentalidad agresiva de su época, no sucumbió ante las razones sutiles de las guerras de religión; desde su sensibilidad cristiana, oró e intervino audazmente a favor de la paz. Está marcada por una visión que abraza a todos, pues escribe que le produce gran sufrimiento que Dios es ofendido por los herejes, moros y cristianos, que al fin todos son hijos de Dios y hermanos nuestros (cf. Moradas 5,10).

Invocaciones. Santa Madre Teresa, que en un momento de crisis política escribiste: “Me tiene harto afligida lo que oigo; por amor de Dios, procuren concierto y se tengan delante los grandes daños que pueden venir” (Carta 22-7-1579), - ¡alcánzanos la paz!

Santa Madre Teresa, que escribiste: “Estáse ardiendo el mundo, no es tiempo de tratar con Dios negocios de poca importancia”, - haznos intercesores de los graves problemas de la Iglesia y del mundo, y  alcánzanos la paz.

Santa Madre Teresa, que en tu humildad te considerabas responsable de los males de la sociedad, - purifica nuestras almas de todo pecado y alcánzanos la paz.

Poema. Si el amor que me tenéis,
Dios mío, es como el que os tengo,
Decidme: ¿en qué me detengo?
O Vos, ¿en qué os detenéis?

- Alma, ¿qué quieres de mí?
- Dios mío, no más que verte.
- Y ¿qué temes más de ti?
- Lo que más temo es perderte.

Un alma en Dios escondida
¿qué tiene que desear,
sino amar y más amar,
y en amor toda escondida
tornarte de nuevo a amar?

Un amor que ocupe os pido,
Dios mío, mi alma os tenga,
para hacer un dulce nido
adonde más la convenga.

Oración final para todos los días. Teresa de Jesús, escucha nuestra oración. Llegue hasta Dios la acción de gracias de la Iglesia por lo que has sido y has hecho, y también por lo que todavía haces y harás por el Pueblo de Dios, que te honra como maestra y doctora espiritual. Sea Dios nuestro Señor por siempre bendito y alabado en ti. Amén. Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros.

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