Oración preparatoria para todos los días. Dios Padre nuestro, que por medio de tu Espíritu Santo has suscitado a santa Teresa de Jesús para enseñar a tu Iglesia el camino de la perfección; concédenos alimentarnos siempre con su celestial doctrina, para que crezca en nosotros el deseo de la verdadera santidad. Tú nos ofreces el ejemplo de su vida y la ayuda de su intercesión, para que animados por el testimonio gozoso de su experiencia, sigamos sin desfallecer el camino que ella nos señaló. Padre de misericordia, concédenos tu Espíritu para que podamos seguir las huellas de la Santa y gozar con ella de la Vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Reflexión. La oración ocupa un lugar central en la vida y doctrina de santa Teresa de Jesús. Todas las páginas de sus libros hablan de este tema, que es su especialidad magistral y su carisma de fundadora para el bien de la Iglesia. Su vida y sus escritos han contribuido a mantener vivo en la Iglesia el misterio de la oración cristiana; su influjo ha sido decisivo. En la Iglesia de Dios, ella es por antonomasia “maestra de oración“.
Sus enseñanzas sobre la oración y sobre la vida de oración son actuales. El hombre moderno necesita esta pedagogía, que lo introduzca en el diálogo con Dios. El concilio Vaticano II afirma que “la razón suprema de la dignidad del hombre es su vocación al diálogo y a la comunión con Dios” (Gaudium et Spes, 19). Y la santa nos dice que “la oración no es otra cosa sino tratar de amistad con quien sabemos que nos ama”. Para Teresa, la oración “no es cuestión de pensar mucho, sino de amar mucho”. Lo esencial es estar con él en relación de amistad.
Invocaciones. Santa Madre Teresa, amiga de Dios y de los hombres, que con tus escritos abres caminos de oración, - descubre a todos los cristianos el castillo interior del alma, donde mora Dios.
Santa Madre Teresa, que supiste comprender la debilidad humana, a la luz de Dios y de su bondad, - alcánzanos una determinada determinación para recorrer constantes el camino de la oración.
Santa Madre Teresa, que escribiste: “Vuestra oración ha de ser para provecho de las almas”, - infúndenos celo apostólico para orar y trabajar por la salvación de los hombres en todo el mundo.
Poesía. En la cruz está la vida
y el consuelo,
y ella sola es el camino
para el cielo.
En la cruz está el Señor
de cielo y tierra,
y el gozar de mucha paz,
aunque haya guerra.
Todos los males destierra
en este suelo,
y ella sola es el camino
para el cielo.
De la cruz dice la Esposa
a su Querido
que es una palma preciosa
donde ha subido,
y su fruto le ha sabido
a Dios del cielo,
y ella sola es el camino
para el cielo.
Es una oliva preciosa
la santa cruz
que con su aceite nos unta
y nos da luz.
Alma mía, toma la cruz
con gran consuelo,
que ella sola es el camino
para el cielo.
Es la cruz el árbol verde
y deseado
de la Esposa, que a su sombra
se ha sentado
para gozar de su Amado,
el Rey del cielo,
y ella sola es el camino
para el cielo.
Después que se puso en cruz
el Salvador,
en la cruz está la gloria
y el honor,
y en el padecer dolor
vida y consuelo,
y el camino más seguro
para el cielo.
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