Para celebrar la llegada de la primavera en Israel, les propongo algunas bellas fotografías de Tierra Santa en estas fechas. La foto al inicio de esta entrada es de la capilla de la Sagrada Familia, en el Monte Carmelo, frente al monasterio carmelitano "Stella Maris", en la ciudad de Haifa, mirando al Mediterráneo.
La cima del Monte Carmelo en la parte interior, cerca del convento que tenemos los carmelitas en honor del profeta Elías (el Mu-Hra-Ka), se llena de flores y de hierbas aromáticas.
Esta foto tan espectacular es del valle de Jezrael, con el Monte Tabor al fondo.
En primer plano, la ciudad de Tiberíades y al fondo el mar de Galilea, a unos 200 metros bajo el nivel del mar.
En primer plano, la ciudad de Tiberíades y al fondo el mar de Galilea, a unos 200 metros bajo el nivel del mar.
Árboles frutales en Modín, una ciudad situada en el centro geográfico de Israel, a medio camino entre Jerusalén y Tel Aviv. Aunque las primeras casas se construyeron en 1996, ya cuenta con más de 100.000 habitantes.
Amapolas y otras flores silvestres en los campos de Kiryat Tivon, cerca de Haifa.
Desierto del Negueb, al sur de Israel. Solo llueve tres o cuatro veces al año y se pone así de hermoso. Algunos años no llueve, por lo que no florece.
En el desierto de Judá hay grandes plantaciones de flores para el consumo del país y para la exportación.
El valle de Cedrón en Jerusalén, entre el monte del templo y el monte de los olivos, también se llena de flores por unos días.
Estos días, las flores crecen hasta en las orillas del Mar Muerto. ¡Qué distinto se ven estos paisajes el resto del año! ¿Cómo no recordar los oráculos del profeta Isaías? «El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa, germinará y florecerá, festejará con gozo y cantos de júbilo. Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Contemplarán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios» (Is 35,1-2).
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