Nos unimos a los dolores de la Virgen María en esta Cuaresma con un hermoso poema titulado "Lamentaciones de nuestra Señora", escrito por Gómez Manrique (1412-1490).
¡Ay, dolor, dolor,
por mi Hijo y mi Señor! Yo soy aquella María
del linaje de David;
oíd, señores, oíd,
la gran desventura mía.
-¡Ay, dolor!-
A mí me dijo Gabriel
que el Señor era conmigo.
Y dejóme sin abrigo,
amarga más que la hiel.
Díjome que era bendita
entre todas las nacidas,
y soy de las afligidas
la más triste y más aflicta.
-¡Ay, dolor!-
¡Oh vos, hombres que transistes
por la vida mundanal,
decidme si jamás vistes
igual dolor de mi mal.
¡Y vosotras, que tenéis
padres, hijos y maridos,
acorredme con gemidos
si con llantos no podéis.
-¡Ay, dolor!-
¡Llorad conmigo, casadas,
llorad conmigo, doncellas,
pues que vedes las estrellas
oscuras y demudadas,
vedes el templo rompido,
la luna sin claridad!
¡Llorad conmigo, llorad
un dolor tan dolorido!
-¡Ay, dolor!-
¡Llorad conmigo la gente
de todos los tres estados,
por lavar cuyos pecados
mataron al inocente,
a mi Hijo y mi Señor,
mi redentor verdadero!
¡Cuitada! ¿Cómo no muero
con tan extremo dolor?
-¡Ay, dolor!-
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