Estás en mí, Señor, en mí te encuentro.
No tienes que bajar desde tu altura
para escucharme. Vives en la hondura
de mi propio vivir. Eres el centro
para escucharme. Vives en la hondura
de mi propio vivir. Eres el centro
de mí misma. Me habitas. Estás dentro
de mí. Me sobrepasa tu ternura.
Me deslumbra tu gloria y tu hermosura.
Profundizo en mi ser, y en ti me adentro.
Padre que me creaste y me mantienes;
Me deslumbra tu gloria y tu hermosura.
Profundizo en mi ser, y en ti me adentro.
Padre que me creaste y me mantienes;
Hijo que me salvaste y me enamoras;
Espíritu que alientas y das vida;
hazme entender tu voz, pues ya me tienes
Espíritu que alientas y das vida;
hazme entender tu voz, pues ya me tienes
abrigada en tus manos protectoras,
abrasada en tu llama; a ti rendida.
abrasada en tu llama; a ti rendida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario