martes, 25 de febrero de 2020
Material para el Miércoles de ceniza
El Miércoles de ceniza da inicio a la santa Cuaresma, los cuarenta días de preparación para la Pascua y de renovación de nuestra vocación bautismal. Tiempo de gracia y de conversión, tiempo de contemplación y de agradecimiento a Cristo, que nos amó hasta el extremo y no se cansa de perdonarnos.
Les recuerdo algunas entradas en las que he hablado de la historia, el significado y la espiritualidad de este día. Pueden verlas haciendo un click sobre los títulos.
- Con las celebraciones del Miércoles de Ceniza comienza la Cuaresma, los cuarenta días de preparación para la Pascua, tiempo de gracia y de perdón, en el que se nos recuerda especialmente que estamos llamados a convertirnos para unirnos cada vez más íntimamente a Cristo. Los mejores medios para conseguirlos son la oración el ayuno y la limosna, tal como nos recuerda el evangelio.
- Miércoles de ceniza: En camino hacia la Patria. Durante la eucaristía, los pecadores tenían que permanecer en el atrio del templo. Se sentían como si hubieran vuelto a la situación anterior a su bautismo. También los catecúmenos debían abandonar el templo después de la liturgia de la Palabra, con la esperanza de poder permanecer dentro cuando recibieran el bautismo. Catecúmenos y pecadores públicos se sentían excluidos del Paraíso y de la tierra de promisión, que es la Iglesia. A medida que avanzaba la Cuaresma, crecían sus deseos de que llegara la Pascua, para incorporarse plenamente a la comunidad. Con estos ritos expresaban que la vida es un camino, no exento de peligros, pero con una meta clara. A diferencia de los que no saben adónde se dirigen, se consideraban peregrinos, deseosos de llegar a su destino, que es la patria verdadera, «el descanso definitivo reservado al pueblo de Dios» (Heb 4,9).
- Miércoles de ceniza: Recuerdo de nuestra fragilidad. Desde el s. XII, la ceniza proviene de la quema de los ramos y palmas que se usaron el Domingo de Ramos del año anterior para aclamar a Cristo como rey. Los ramos convertidos en ceniza denuncian que hasta nuestros mejores deseos se quedan muchas veces solo en palabras, en propósitos que no se materializan, en polvo y ceniza. El ministro impone la ceniza mientras dice: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás» (Gén 3,19), o bien: «Conviértete y cree en el evangelio» (Mc 1,15). Este rito subraya, al mismo tiempo, la fragilidad del hombre y la confianza que Dios tiene en él, dándole una nueva oportunidad.
- Miércoles de Ceniza: Oportunidad de gracia. En la primera lectura de la misa de hoy, el profeta Joel nos invita a tocar la trompeta para convocar al pueblo, para reunir a los ancianos, a los recién casados, a los jóvenes e incluso a los niños de pecho, para que todos juntos invoquen al Señor y supliquen su misericordia. La invitación es para todos, como también recuerda san Pablo en la segunda lectura: "En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. No desperdicien esta oportunidad, porque hoy es el día de la gracia, ahora es el tiempo de la salvación".
- Hoy comienza la Cuaresma. El Miércoles de ceniza comienza la Cuaresma, tiempo de gracia y de conversión, de catequesis bautismal, de preparación para la Pascua. En esta entrada repaso y pongo juntas las cosas que ya he comentado otras veces sobre el Miércoles de ceniza: sus orígenes, su historia y su significado.
- Dios nos anuncia su misericordia y nos promete su bendición. El Miércoles de Ceniza nos recuerda, una vez más, que la última palabra en nuestra vida y en la historia de la humanidad no la tendrán nuestros pecados, porque Dios puede transformar los males en bienes y sacar hijos de Abrahán hasta de las piedras. Las lecturas de la misa de hoy invitan a la conversión a todos: a los ancianos, a los jóvenes, a los niños de pecho, a los sacerdotes y a los laicos, porque la buena noticia de la salvación es para todos.
- Poesía para hoy: Recuerde el alma dormida, /avive el seso y despierte / contemplando / cómo se pasa la vida, / cómo se viene la muerte / tan callando...
- Música para el Miércoles de Ceniza:
Este es el tiempo de la misericordia
Perdona a tu pueblo, Señor
Nadie te ama como yo
Nos has llamado al desierto
El hijo prodigo
Attende Domine et miserere
Kyrie eleison
Antífonas cuaresmales
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