El papa Francisco ha invitado a toda la Iglesia a vivir una especial experiencia de “sinodalidad” a lo largo de los años 2021-2023, reflexionando sobre este argumento: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Para ello, se han publicado:
- un documento preparatorio (un folleto de 25 páginas en A4 con dibujos, de 44 páginas en A5).
- un vademécum (manual explicativo con sugerencias prácticas), que contiene una pregunta fundamental: «Una Iglesia sinodal, que anuncia el evangelio, en la que sus miembros “caminan juntos”. ¿Cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en la propia Iglesia particular? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro caminar juntos?»
- Una hoja de ruta para la fase diocesana, que concreta más sobre los participantes, preguntas, resúmenes, evaluaciones, etc.
El camino sinodal se abrió en Roma el 8 de octubre y en las diócesis el 17 de octubre. La primera fase [octubre 2021 - abril de 2022] se está desarrollando en las diócesis y en las conferencias episcopales nacionales. Después vendrá otra fase continental y, finalmente, la asamblea general.
¿Qué significa la “sinodalidad” en la Iglesia? Dicho en palabras sencillas: que el Señor cuenta con nosotros, con cada uno. Esto es un gran don, pero también una gran responsabilidad.
La palabra “sínodo” viene del griego y se compone de la preposición “σύν” (con) y el sustantivo “ὁδός” (vía). El documento preparatorio lo traduce como “caminar juntos”, que es la expresión que más veces aparece en el texto, y lo refiere a la participación de todos los creyentes en la vida eclesial.
Citando el concilio Vaticano II, recuerda que «fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente» (LG, n. 9). De modo que todos los bautizados tienen derecho a recibir el evangelio y son sujetos activos de la evangelización, cada uno según sus capacidades y su vocación específica.
Añade que el verdadero significado de una Iglesia sinodal es que «cada uno tiene algo que aprender: pueblo fiel, colegio episcopal, obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo, el “Espíritu de verdad” (Jn 14,17), para conocer lo que él “dice a las Iglesias” (Ap 2,7)».
Tenemos que comenzar escuchándonos los que estamos trabajando juntos en un contexto concreto y en una actividad concreta, pero también tenemos que escuchar a los que vienen de fuera, a los que piensan de manera distinta a nosotros, a los cristianos de otras confesiones y a toda la humanidad con la que compartimos «los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias» (GS, 1).
En el “vademécum” se especifica: «El objetivo del actual sínodo es que todo el Pueblo de Dios escuche lo que el Espíritu Santo dice a la Iglesia. Lo hacemos escuchando juntos la Palabra de Dios en la Escritura y en la Tradición viva de la Iglesia, y luego escuchándonos unos a otros, y especialmente a los que están en los márgenes, discerniendo los signos de los tiempos».
Para la fase diocesana, se dan algunas orientaciones:
- El proceso sinodal debe ser sencillo, accesible y acogedor para todos.
- El objetivo es asegurar la participación del mayor número posible, para escuchar la voz viva de todo el Pueblo de Dios.
- Es bueno que haya reuniones de todos los grupos, comunidades y movimientos que están presentes en las diócesis y en las parroquias.
- Hay que comenzar con una reflexión que tenga un enfoque bíblico, después vendrán los diálogos y aportaciones de cada uno.
Y se añade: «El tema del sínodo es “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Las tres dimensiones del tema son la comunión, la participación y la misión».
Hace algunos meses ya les hablé de estas cosas y subí un vídeo en el que presentaba el sínodo para cáritas diocesana de Lérida:
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