domingo, 8 de octubre de 2023
Dios es el viñador y nosotros somos su viña
La primera lectura de la misa del domingo 27 del Tiempo Ordinario está tomada del libro del profeta Isaías (5,1-7): Mi amigo tenía una viña... La entrecavó, la descantó y plantó buenas cepas... Y esperó que diese uvas, pero dio agrazones... El profeta dice que Dios es el viñador y nosotros somos su viña. Él no se cansa de bendecirnos, pero nosotros no queremos enterarnos y muchas veces no correspondemos a su amor. En el vídeo, el dúo evangélico salvadoreño "hermanos Chacón" lo canta.
Salmo responsorial (79). La viña del Señor es la casa de Israel.
Segunda lectura. De san Pablo a los Filipenses (4,6-9). Hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito tenedlo en cuenta. Hay quienes se pasan la vida quejándose de lo mal que va el mundo, pero no saben ver todas las cosas buenas que hay a nuestro alrededor. San Pablo nos invita a tener en cuenta todo lo bueno que hay en el mundo y a valorarlo.
Evangelio. Mateo (20,1-16). Dios nos entrega su viña para que la cuidemos y dé frutos. A veces queremos quedarnos con la viña, despreciando a los mensajeros que nos recuerdan que no somos dueños, sino servidores.
Este evangelio sirve para los judíos y para los cristianos, que tienen que abrirse a todos los pueblos, sin creerse los únicos buenos. También sirve para los ministros (sacerdotes, pastores, catequistas...), que no son dueños, sino siervos. Finalmente, sirve para todos: la Iglesia y el mundo son un don de Dios, que hemos de cuidar en su nombre, acogiendo sus continuas llamadas a la conversión.
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