martes, 1 de noviembre de 2016

Diálogo entre católicos y luteranos


El papa Francisco se encuentra en Suecia, participando en los actos del 500 aniversario de la Reforma de Lutero. En el acto ecuménico de ayer afirmó: "No podemos resignarnos a la división y al distanciamiento que la separación ha producido entre nosotros. Tenemos la oportunidad de reparar un momento crucial de nuestra historia, superando controversias y malentendidos que a menudo han impedido que nos comprendiéramos unos a otros".

Y añadió: "Debemos mirar con amor y honestidad a nuestro pasado y reconocer el error y pedir perdón: solamente Dios es el juez. Se tiene que reconocer con la misma honestidad y amor que nuestra división se alejaba de la intuición originaria del pueblo de Dios, que anhela naturalmente estar unido, y ha sido perpetuada históricamente por hombres de poder de este mundo más que por la voluntad del pueblo fiel, que siempre y en todo lugar necesita estar guiado con seguridad y ternura por su Buen Pastor. [...] Dejémonos conmover por la mirada de Dios; lo único que desea es que permanezcamos como sarmientos vivos unidos a su Hijo Jesús. Con esta nueva mirada al pasado no pretendemos realizar una inviable corrección de lo que pasó, sino contar esa historia de manera diferente".

Quienes quieran leer entera la homilía que pronunció ayer en el acto ecuménico que tuvo lugar en la catedral luterana, puede hacerlo en este enlace.

En el discurso pronunciado en el Malmoe Arena, afirmó: "La unidad entre los cristianos es una prioridad, porque reconocemos que entre nosotros es mucho más lo que nos une que lo que nos separa".

Además, puso de relieve las distintas actividades que católicos y luteranos estamos realizando juntos en favor de la paz y de la justicia, animando a todos a seguir por ese camino.

Quienes quieran leer entero el discurso que pronunció en el encuentro sobre el trabajo social conjunto, puede hacerlo en este enlace.

El papa, junto con el obispo presidente de la federación luterana mundial, también firmó ayer una la importante declaración conjunta, que dice: "Reconocemos y lamentamos ante Cristo que luteranos y católicos hayamos dañado la unidad visible de la Iglesia. [...] Nuestra fe común en Jesucristo y nuestro bautismo nos piden una conversión permanente, para que dejemos atrás los desacuerdos históricos y los conflictos que obstruyen el ministerio de la reconciliación. Aunque el pasado no puede ser cambiado, lo que se recuerda y cómo se recuerda, puede ser trasformado".

Al final del texto, se dice: "Exhortamos a todas las comunidades y parroquias Luteranas y Católicas a que sean valientes, creativas, alegres y que tengan esperanza en su compromiso para continuar el gran itinerario que tenemos ante nosotros. En vez de los conflictos del pasado, el don de Dios de la unidad entre nosotros guiará la cooperación y hará más profunda nuestra solidaridad".

Quienes deseen leerlo entero, pueden hacerlo en este enlace.

No olvidemos que ya hay una "Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación", firmada el año 1999, en la que se afirma: "Las iglesias luterana y católica romana se encuentran en posición de articular una interpretación común de nuestra justificación por la gracia de Dios mediante la fe en Cristo".

El texto completo se puede leer en este enlace.

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