lunes, 7 de agosto de 2023

Santuario de la Virgen de Guadalupe en España


Santa Teresa de Jesús peregrinó al santuario de Nuestra Señora de Guadalupe el año 1548, para pedir a la Virgen por sus hermanos, que se encontraban en distintos lugares de América. 

El monasterio de Guadalupe es patrimonio de la humanidad, con arquitecturas de los siglos XIV al XVIII. Está situado en el municipio del mismo nombre, a 640 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con unos 1700 habitantes. 

La imagen sedente de la Virgen de Guadalupe, «reina de las Españas», es de finales del siglo XII o principios del siglo XIII, transición del románico al gótico. Como en la mayoría de los santuarios, la leyenda dice que la hizo san Lucas, fue traída a España por varones apostólicos, escondida durante la invasión musulmana y encontrada por un pastor.

El monasterio-fortaleza conserva la iglesia gótica del siglo XIV, de estilo gótico mudéjar, con puertas de bronce del siglo XIV y cimborrio octogonal sobre el crucero. 

En el presbiterio hay un magnífico retablo de Juan Gómez de Mora (siglo XVII) y pinturas de Vicente Carducho (la Anunciación, el Nacimiento y la Adoración de los Magos, en la calle izquierda) y Eugenio Cagés (la Asunción, Resurrección y Pentecostés, en la calle derecha), así como policromías de Jorge Manuel Theotocópuli (el hijo de El Greco), entre otros. El sagrario es un espectacular bargueño renacentista, realizado en Roma en 1561, en el que Felipe II guardaba sus papeles. 

La monumental verja de hierro forjado fue realizada por dos frailes dominicos, que trabajaron en su realización de 1510 a 1514. La capilla de las reliquias (s. XVI) tiene planta ochavada y cúpula. El camarín está decorado con cuadros de Luca Giordano. La sacristía barroca, diseñada por el tracista fray Alonso de San José, carmelita descalzo, está decorada con pinturas de Zurbarán y es una de las más armónicas y espectaculares del mundo. También es barroca, labrada en nogal, la sillería del coro alto, con casi 100 asientos con relieves de santos.

El claustro mudéjar tiene en su centro un templete gótico mudéjar, de ladrillo revestido de azulejos de Manises. En un ángulo está el lavatorio, donde se aseaban los monjes antes de entrar en el refectorio. El claustro gótico acogía la botica y el hospital (el monasterio llegó a tener cuatro hospitales) y hoy forma parte de la hospedería. 

La sala capitular es del siglo XV. Los museos tienen obras de Juan de Flandes, Zurbarán, Goya, Juan Correa de Vivar, Nicolás Francés, Egas Cueman, Pedro de Mena y El Greco, entre otros, así como tejidos y bordados litúrgicos, y una estupenda colección de cantorales miniados de los siglos XV y XVI.

El monasterio fue muy visitado y beneficiado por los reyes castellanos, aragoneses y portugueses, y varios miembros de la realeza están sepultados en él, como Dionisio de Portugal (1354-1397), María de Aragón (1403-1445) y Enrique IV de Castilla (1425-1474).

Isabel la Católica estuvo allí unas 20 veces. El monasterio ayudó a la reconquista de Granada con oro y plata. Una vez realizada esta, fue el lugar de encuentro entre Cristóbal Colón y los reyes católicos. Allí se bautizaron en 1496 los primeros americanos, que viajaron a España con Colón. Después regresaron a sus tierras. La antigua pila bautismal ahora es fuente en la plaza delante de la iglesia.

Hasta 1835, el monasterio pertenecía a los monjes jerónimos. Después de la exclaustración se convirtió en parroquia rural y en 1908 se confió al cuidado de los franciscanos, que siguen allí hasta el presente.

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