domingo, 4 de diciembre de 2022

Canto de Adviento. Ven Salvador, ven sin tardar, tu pueblo santo esperando está


El himno de Adviento que más me gusta es el que compuso Carmelo Erdozaín (1939-), recreando una melodía italiana del s. XVII ("la mantovana"). La misma música se utilizó para musicalizar un poema en hebreo de Naftali Herz Imber (1856-1909), que se ha convertido en el himno nacional de Israel. 

Cuando yo era novicio, lo cantábamos durante las posadas. Al terminar el rezo de vísperas, cada día llevábamos la imagen del Niño Jesús en procesión desde la capilla a la habitación de un religioso y allí permanecía hasta el día siguiente. El 23 de diciembre lo llevábamos a la habitación del prior, que el 24 lo introducía en la capilla para el oficio de lecturas y después íbamos todos en procesión a la iglesia para la misa del gallo.

Quizás sea porque guardo tan buenos recuerdos de mi noviciado y de mi maestro de novicios, que esta canción me suscita sentimientos tan tiernos. El caso es que a veces lo canto interiormente durante mi oración personal. 

1. El Dios de paz, Verbo divino, 
quiso nacer en un portal.
Él es la Luz, Vida y Camino; 
gracia y perdón trajo al mortal.

Ven, Salvador; ven, sin tardar;
tu pueblo santo esperando está.


2. Vino a enseñamos el sendero,
vino a traernos el perdón.
Vino a morir en un madero,
precio de nuestra redención.

Ven, Salvador; ven, sin tardar;
tu pueblo santo esperando está.


3. Por una senda oscurecida
vamos en busca de la luz;
luz y alegría sin medida
encontraremos en Jesús.

Ven, Salvador; en, sin tardar;
tu pueblo santo esperando está.


4. Brilla en la noche nueva aurora,
sol de justicia, sol de paz;
todos los hombres le añoran
al que los viene a salvar.

Ven, Salvador; ven, sin tardar;
tu pueblo santo esperando está.


5. Nuestro Señor vendrá un día,
lleno de gracia y majestad;
de nuestro pueblo él será guía,
juntos iremos a reinar.

Ven, Salvador; ven, sin tardar;
ven, que tu pueblo esperando está.

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