domingo, 2 de febrero de 2014

Presentación de Jesús en el Templo


Hoy se celebra la fiesta de la presentación del Señor en el templo de Jerusalén, a los cuarenta días de su nacimiento, popularmente conocida como "la Candelaria", por la procesión con velas que precede a la misa. En griego la llaman "Hypapante", que significa fiesta del "Encuentro" de Jesús con su pueblo. Les propongo dos poemas para este día:

El primero es de Jacinto Verdaguer (1845-1902)

Blanca como un cirio,
pura como un lirio,
la Virgen divina
al templo camina,
llevando en sus brazos

cual rayo de luz
al niño Jesús.
Cuando Simeón
ve a Cristo en Sión
le toma y le mira,
y canta y suspira.
María: ¡qué espada
de pena y dolor
herirá tu amor!
La Virgen María,
después de aquel día,
miraba a Jesús,
entre dos ladrones,
clavado en la cruz.

El segundo es de Gerardo Diego (1896–1987), que glosa una estrofa de Calderón (1600-1681)

Este blanco vellón leve
que al hielo esta noche estuvo
tanta sed de nieve tuvo
como si él no fuera nieve
. (Calderón de la Barca)

En el templo entra María
más que nunca pura y blanca.
Luces del mármol arranca,
reflejos al oro envía.
Va el cordero entre la nieve,
la Virgen nevando al Niño,
nevando a puro cariño
este blanco vellón leve.

Las dos tórtolas que ofrece
ya vuelan y ya se posan.
Ana y Simeón rebosan
gozo del tiempo que crece,
que estalla, que está. No hubo
quien viendo el blanco alhelí
dijera -por ti, por mí-
que al hielo esta noche estuvo.

La Pureza -¡oh maravilla-,
quiere tornarse aún más pura,
y Jesús, de su blancura,
le baña frente y mejilla.
Tanto porfió que anduvo
cándido el aire de plumas;
tanto amor tuvo de espumas,
tanta sed de nieve tuvo.

Ya ha cesado la nevada;
y el Niño tan blanco, blanco,
oye que va a ser el blanco
de contradicción, la espada,
¡ay!, para su Madre y mueve
hacia ella sus ojuelos,
regalando desconsuelos
como si él no fuera nieve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario