Hace once años publiqué una entrada con fotografías de la cripta de los capuchinos de Roma, totalmente decorada con huesos humanos. Entonces, muchos comentaron en el blog. Unos para alabar la originalidad del monumento y otros para expresar su descontento por algo tan macabro. Me ha parecido oportuno recuperar aquel argumento, para todos los que por entonces no conocían "el blog del padre Eduardo" y se han unido después.
En realidad, hasta no hace mucho tiempo, la gente estaba más familiarizada con la muerte, ya que la vida era más corta y frágil, por lo que esta realidad estaba muy presente también en la literatura, la música y las bellas artes.
"Como tú eres, yo fui; como yo soy, tú serás", dice un cartel en una capilla de la famosa cripta de los frailes capuchinos en la vía Véneto de Roma.
Las paredes y los techos de los treinta metros de pasillo y de las seis capillas están recubiertos con los huesos de unos cuatro mil frailes enterrados allí durante siglos, varios momificados.
Una de las capillas está decorada, principalmente con calaveras y algunos cuerpos momificados.
Otra capilla está decorada, principalmente, con omóplatos.
Otra está compuesta, principalmente, por tibias y fémures.
Esta capilla tiene muchas inscripciones y está muy elaborada, con esqueletos que parecen sujetar relojes de arena, también formados por huesos. Incluso las lámpara y los muebles están hechos con huesos.
También se conserva el esqueleto de una princesita de la noble familia Barberini. Representa a la muerte con una guadaña y una balanza, hechas también con huesos humanos.
Hoy nos parece bastante macabro (y lo es en verdad), pero en otros tiempos estas cosas daban devoción a la gente, porque les recordaba la brevedad de la existencia y les invitaba a buscar la vida que no pasa.
De hecho, hay criptas similares en otros lugares del mundo, como París, Nápoles, Wamba, Colonia, Lima, etc.
Esta, por ejemplo, se encuentra en la iglesia de todos los santos de Sedlec, cerca de Praga, en la República Checa y recoge los huesos de más de 70.000 difuntos.
Esta se encuentra en la iglesia de San Francisco de Évora, Portugal.
Esta está en la iglesia de San Bernardino de Milán, Italia.
Impresionante capilla en la localidad polaca de Czermna.
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