En Roma hay varias iglesias dedicadas a la Santísima Trinidad, todas llenas de arte y de historia. Yo voy a hablarles de las tres más importantes.
La más conocida es la de la Santísima Trinidad de los Montes, que se encuentra en la cima de la escalinata de la Plaza de España, con su típica fachada renacentista, aunque en el interior conserva una parte gótica. Delante hay un obelisco egipcio de granito rojo, de 30,45 metros con la base.
Esta foto es del altar mayor. Las 14 capillas interiores están decoradas con frescos de los principales pintores del siglo XVI, como esta asunción de la Virgen pintada por Daniele da Volterra:
Una de las capillas laterales, con esculturas y relieves dedicados a la pasión del Señor.
Justo a la izquierda de este templo se encuentra la academia de bellas artes de Francia, por la que han pasado tantos artistas a lo largo de los siglos y, a continuación, la villa Borghese. Esta iglesia es conocida también como Trinidad de los Franceses, porque siempre les ha pertenecido, aunque no es su iglesia nacional.
La calle que se ve en frente de la escalinata, atravesando la Plaza de España es la siempre transitada Via Condotti, donde están las tiendas de moda más famosas del mundo: Bulgari, Valentino, Armani, Hermès, Cartier, Louis Vuitton, Fendi, Gucci, Prada, Chanel, Dolce & Gabbana, Ferragamo… Justo al final de esta calle, a la izquierda según se va desde Plaza de España hacia la vía del Corso está la iglesia de la Santísima Trinidad de los españoles, sede tradicional de los trinitarios descalzos (o españoles).
El tímpano de la fachada está rematado con el escudo del rey Felipe V de España.
La arquitectura y decoración es del siglo XVIII. Esta es la bóveda central.
Vista del presbiterio y del altar mayor.
La tercera iglesia se encuentra muy cerca del río Tíber, junto al puente Sixto: es la de la Santísima Trinidad de los Peregrinos, relacionada con la cofradía que fundó san Felipe Neri para acoger y dar hospedaje a los peregrinos que llegaban a Roma en los años santos (en uno del siglo XIX llegó a albergar 400.000 peregrinos durante un año). Cuando no era año santo funcionaba como hospital para los pobres y enfermos desahuciados por los otros hospitales. Como pueden ver, la magnífica fachada del siglo XVII necesita una restauración.
En esta foto se puede apreciar que todas las paredes están recubiertas con mármoles preciosos y la cúpula y bóvedas con mosaicos.
El altar mayor conserva una de las obras más famosas de Guido Reni.
Como todas las iglesias romanas, está llena de obras de arte. Aquí se puede ver un altar decorado con candelabros, sacras, relicarios y bandejas.
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