miércoles, 20 de julio de 2022

Elías en el desierto. Música de la salvadoreña Inés De Viaud


Hermosa alabanza en la que una persona cansada y desilusionada, como el profeta Elías, encuentra en Dios su fuerza para continuar caminando.

Ya todo parecía sin sentido,
corría sin saber adónde ir,
ya nada parecía consolarme,
pensaba tantas veces en partir.
Me arrodillaba ante tu altar y te decía:
Señor, dime qué quieres de mí,
he pecado y no sé si me perdonas,
ya no soporto seguir viviendo así.
 
Y ENTONCES, COMO ELIAS EN EL DESIERTO,
YO ME QUEDÉ DORMIDA BAJO TU ALTAR,
Y UN ÁNGEL QUE TÚ ENVIASTE DESDE EL CIELO
ME DIO DE BEBER, ME DIO NUEVAS FUERZAS.
Y ENTONCES, COMO ELIAS EN EL DESIERTO,
CANSADA Y DORMIDA BAJO TU ALTAR,
ESE ANGEL ME TOCÓ Y ME DIJO: COME,
COME Y BEBE, QUE FALTA MUCHO POR CAMINAR.
 
Ahora, Señor, he comprendido
que sin ti yo no puedo vivir;
no en vano tus caminos son perfectos,
solo contigo puedo yo seguir.
Y hoy, arrodillada ante tu altar,
tengo fuerzas, nuevas fuerzas de seguir.
Te doy gracias por todo lo que hiciste,
sanaste mis heridas con amor.

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